21 de diciembre de 2009

¿Cuándo es demasiado tarde? - Espejo I


El espejo avienta a mis ojos una imagen preocupante, una persona desconocida que debe afeitarse, limpiarse y deshincharse después de algunas horas de sueño, debe hacer todo eso sin estar muy seguro de que los motivos le sean válidos, suficientes o, cuando menos, razonables.

El espejo me mira con mis propios ojos y emite una serie de juicios severos y múltiples hasta alcanzar un número tan exorbitante que se le olvidan, que deja de mirarme y abandona su papel de personaje con vida propia para convertirse en un burdo reflejo sobre la pared que actúa según mis órdenes, que muere en mi ausencia.

Pero después de un rato el espejo sigue ahí, sin necesidad de una pared, sin necesidad de unos ojos, enjuiciando y hablándome en el silencio del camino a la rutina diaria, el espejo escarba en los motivos para vivirla, en los argumentos para asumir los roles que le dan un sentido a esta existencia aunque el destino de ese sentido se aleje cada día más del que quisiera alcanzar.

Fijo la vista en el camino, consulto la agenda, me sumerjo en la cotidianidad laboral y me dejo narcotizar por el estrés, los pendientes, los urgentes, las ocurrencias de los jefes, los mensajes virtuales, los modales, la estridencia del trimbre telefónico... Me olvido del espejo.

Llega el silencio, un instante de él basta, le recuerdo, le extraño y me dirijo al sanitario donde me encuentro de nuevo con esa mirada casi ajena que me pregunta por qué, que me exige una decisión o, por lo menos, una explicación para esa incapacidad de decidir... Y la mirada es hipnótica, pareciera que el ojo derecho me invita a tomar un camino y el izquierdo me advierte de lo que me pierdo al renunciar al otro... Vuelvo a tomar el control de mi reflejo, huyo a la oficina.

Llega la noche, cada noche, recorro algunos kilómetros frente al mar rumbo a un hogar vacío, me sorprende no desear que esté ahí quien debería, me sorprende desearle aunque no deba, pero a fin de cuentas, en ese lugar, sólo me recibirá mi reflejo para preguntarme - ¿Hasta cuándo es demasiado tarde?

Continuará

21 de octubre de 2009

A diestra y siniestra

Voy a intentar escribir en términos muy simples, sin argumentos ni referencias que parezcan pretenciosas a estas alturas en las que la información ha circulado tanto.

Estoy de acuerdo con los impuestos cuando:
  • No paran en las arcas de nuestros representantes.
  • No se usan para salvar los ahorros de inversionistas que especulan con la economía del pueblo.
  • Se administran eficiente y eficazmente.
  • Sirven para garantizar un mínimo de seguridad a quienes los pagamos.
  • Sirven para dar oportunidades de desarrollo a quienes la historia (y sus lamentables actores) han puesto en condiciones desfavorables.
  • Son contribuidos de forma equitativa y racional.
Es más, que me dejen sin un quinto cobrándome impuestos si se cumplen todas las condiciones anteriores... Curioso ¿No es ése un planteamiento siniestro, de izquierda, socialista?

Estoy de acuerdo con los sindicatos cuando:
  • Favorecen la vida productiva de las personas en condiciones dignas.
  • Dialogan con todos los sectores involucrados en la vida laboral (trabajadores, empleadores y destinatarios de productos y servicios).
  • Manejan sus recursos en beneficio de sus agremiados.
  • Sus agremiados no se convierten en cazadores de las migajas que dejan sus líderes corruptos.
  • Su función no rompe el equilibrio necesario para el desarrollo y la vida productiva.
  • Garantizan oportunidades de acceso al empleo con base en méritos y no en filias.
Es más, que se decrete que toda empresa cuente con un sindicato para poder operar en nuestro país si se garantiza que se cumplen todas las condiciones anteriores... Curioso, la mayoría de dichas condiciones son de las que adolecen nuestros sindicatos, por eso muchas de las empresas "productivas" de nuestro país no tienen dichas organizaciones de trabajadores. ¿Es éste un pensamiento diestro, de derecha, capitalista o es mera racionalidad?

Estoy de acuerdo con el sistema de democracia representativa siempre que:
  • Ofrezca mecanismos sencillos, claros, accesibles y equitativos para que los represantes verdaderamente representen (que escuchen a sus representados).
  • Los representantes asuman sus cargos y sus sueldos con coherencia respecto al contexto.
  • Los representados sean consultados con frecuencia, en especial para la toma de decisiones delicadas que afectan a sectores muy amplios.
  • Los representantes cuenten con un mínimo de educación formal y un currículo que demuestre experiencia, pericia y honradez.
  • El sistema para elegir a los representantes no sea más caro que lo que consigue (eficiencia, eficacia, confiabilidad).
  • No se pongan candados que mantengan a las mismas familias en los puestos representativos, como si se tratara de cargos hereditarios con fachada democrática.
Nuestras instituciones son decrépitas, un nuevo partido político no es suficiente, votar por el menos peor tampoco lo es... Resulta necesaria una intervención ciudadana, nuestros tiempos y nuestra gente ya deberían estar a la altura de una "revolución sin manos" (como diría mi tocayo de Fobia). Ni la diestra ni la siniestra han demostrado competencia o coherencia para representar a quienes construimos este México tan lindo, tan querido, pero tan manoseado, pisoteado, violado y silenciado.

Fui a anular mi voto el pasado julio, porque no me sentí representado y hubo un movimiento que opinaba igual y mostró la inconformidad de millones de ciudadanos respecto al estado de las cosas en nuestro país. Ésas "instituciones" llamadas partidos políticos, siguen ignorándonos.

Muchos han opinado que anular el voto fue inútil y hasta irresponsable... Estaría de acuerdo con ellos si el movimiento ciudadano se hubiera quedado como movimiento anulista, pero muchas personas ahí le estamos dando seguimiento a la labor de los diputados y denunciando su incompetencia como representantes cuando lo consideramos necesario. Yo no optaría por una tendencia continua a anular votos, pero sí por convertir dicha estrategia en un arma contra una clase que existe sólo como una ironía de la democracia: la clase política.

Mi alineamiento es, en lo esencial, siniestro (de izquierda), pero los que dicen representar ese lado de la política también son evidentes efigies defensoras de las peores prácticas sociales en nuestro país y, por piedad, no cerremos los ojos para ver... Tampoco me quiero hacer para la derecha, porque ahí, además de no sentirme representado en términos de ideas para construir nación, también se cuecen habas y hasta más feas que en la izquierda.

¿Qué queda? La posibilidad de un movimiento ciudadano que, sin armas, sin violencia, exija, al margen de cualquier alineamiento político un cambio sustancial a nuestro sistema democrático... Algunas ideas para esos cambios las expuse en la entrada de este blog "Capitalizando el voto nulo".

Pienso que, de seguir la caricaturesca lógica del 1810, 1910, 2010, nuestra sociedad debe demostrar que ya rebasó su incapacidad para evolucionar sin recurrir a las armas, aunque también es triste reconocer que, nuestra sorda y ciega clase política está alimentando potenciales generaciones de terroristas.

Nótese que aquí se habla implícitamente de:
#NoMasImpuestos
#InternetNecesario
#SME y #LuzYFuerza

5 de octubre de 2009

La culpa de la luna


Yellow Moon
Cargado originalmente por Martin Cathrae
La gente se alborota con la luna llena, pero la que se llena en octubre ofrece un catálogo de locuras inacabable, una gama de impulsos, groserías, sensibilidades, malabarismos, nerviosismos, sensualidades, indecisiones, inspiraciones, cursilerías, arrebatos, crímenes, apetitos, ansiedades, romanticismos, entregas y fantasías tan aparentemente palpables y prometedoras como la idea más infactible al abrigo de una sobredosis de cafeína.

La luna de octubre merece nuestras miradas ¿o será que nuestras miradas merecen la luna de octubre después de nueve meses de tolerancia en este mundo tan gris y abstemio?

La luna de octubre se antoja contigo, se antoja en tus ojos y en tus hombros acariciados por la brisa en la playa, se antoja con la arena en los pies y en las espaldas, iluminando un juego infantil que deja sus huellas a segundos de ser borradas por la marea, proyectando nuestras sombras bajo un beso salado que vuela entre los irónicos imposibles de nuestras insignificantes existencias.

Podemos culpar a la luna de este juego menos infantil, éste que ha dejado huellas que no podrán borrarse con el vaivén de las olas, éste en el que se niega la realidad para dar paso a la ilusión, éste en el que la misma luna nos ofrece asilo político y, al cabo de esta eternidad sin nosotros, nos obsequia una nacionalidad: lunáticos.

28 de septiembre de 2009

De religión y otros demonios I

En respuesta a Adriana por su publicación "La cantata del diablo"
Aunque seguro que muchas personas más me malinterpretarán...

Prólogo: Pretendía contestar en el blog de Adriana, pero cuando vi todo lo que escribí me pareció un abuso de su espacio, así que mejor uso el mío y lo enlazo. El punto de partida es la lectura, escucha y visualización de la actuación del grupo Mägo de Oz, concretamente respecto a su canción "La cantata del diablo".

Esta creación musical pretende ser contestataria y lo consigue muy bien si no nos ponemos exigentes. Es una lástima que la sobresaliente calidad musical de la banda (en verdad que son geniales) y lo crítico de su letra se vea eclipsado por la ignorancia e incongruencia del discurso que manejan con el uso de los símbolos (¿recuerdas el interaccionismo simbólico?), concretamente el de Cristo en la cruz (al que suelen poner de cabeza en sus actuaciones).

Estudiando al Cristo histórico, no al "divino" promovido por los sectores más "poderosos" y conservadores de la Iglesia Católica y otras ramas del cristianismo, te encuentras con que Cristo fue quizás la persona más contestaria de su tiempo y eso fue lo que le hizo morir torturado (o en el más escéptico de los casos, exiliado).

Leyendo las bienaventuranzas (de él), es fácil concluir que para muchos constituían un grito sediento de justicia y un llamado a la revolución (los zelotes lo llegaron a malinterpretar como un llamado al levantamiento en armas). Ridiculizar la imagen de Cristo para protestar por las injusticias de la Iglesia Católica y de otras instituciones que abusan del poder, es caer en un absurdo, es conformarse con lo que nos mal-enseñaron en el catecismo, sin buscar la esencia de lo escrito, sin estudiarlo en su contexto.

La letra de "La cantata del diablo" dice muchas verdades incómodas, aunque no tan incómodas como las que dijo Cristo en su tiempo. Hoy se critica a la Iglesia Católica, antes, él criticó el abuso de poder y la hipocresía en el judaísmo (sí, también criticó la religión)... Seguro que hoy Cristo repudiaría a muchos de los que se dicen pastores de "su Iglesia".

No es muy difícil hacer este tipo de críticas, todas las instituciones religiosas parecen haberse esmerado por siglos para que hoy fuera realmente sencillo sacar verdades incómodas acerca de ellas. Sin embargo cabe preguntarse ¿por culpa de las instituciones religiosas debe machacarse la historia de las comunidades y su fe? No hablo de fe cristiana únicamente, ni siquiera de la diversidad de religiones, hablo de la fe histórica (sé que estoy usando mucho esa palabra), la que ha mantenido el equilibrio de la vida y la convivencia humana... Hablo de que por cada Papa inquisidor, ha habido miles de cristianos que ofrecen sus vidas en búsqueda de justicia; por cada talibán terrorista, ha habido millones de musulmanes que mueren buscando la paz; por cada persona que en nombre de la ciencia o la economía nos ha llevado a holocaustos o a guerras absurdas, hay miles de científicos y líderes sociales que cuidan nuestro planeta, nuestra salud y nuestra forma de convivir.

Voces menos talentosas musicalmente que Mägo de Oz, pero mejor dotadas culturalmente, se han alzado y han cantado cosas así o más críticas, pero en un contexto en el que su coherencia les ha llegado a costar hasta sus vidas por una causa social (asesinatos consecuencia de la injusticia, no suicidos frutos del fanatismo)... A Monseñor Romero, Arzobispo de San Salvador (Nicaragua), lo mataron por levantar la voz en búsqueda de justicia para el pueblo, incluso varios sectores de "la Iglesia" le retiraron el apoyo por promover la "Teología de la Liberación". Algunos cantos de la "Misa Campesina" como los siguientes ilustran la esencia de lo que comento:

(Del Kyrie Nicaragüense)
Cristo, Cristo Jesús
identifícate con nosotros,
Señor, Señor mi Dios, solidarízate
no con la clase opresora
que exprime y devora la comunidad,
sino con el oprimido
con el pueblo mío sediento de paz...


(Del Credo)
Yo creo en vos compañero, Cristo humano, Cristo obrero, de la muerte vencedor.
Con tu sacrificio inmenso engendraste al hombre nuevo para la liberación.
Vos estás resucitando en cada brazo que se alza
para defender al pueblo del dominio explotador.
Porque estás vivo en el rancho, en la fábrica, en la escuela,
creo en tu lucha sin tregua, creo en tu resurrección


La crítica y la música son buenas y son necesarias. Ambas, acompañadas de compromiso social, perspectiva histórica y coherencia en el discurso, hacen que, incluso sin mucho talento musical, con cero mercadotecnia y hasta con las armas en contra, se pase a la historia y se cambien vidas.

Escribo esto como alguien que vivió una fe casi fanática en la infancia y la adolescencia, que vivió una conversión hacia la fe con compromiso social, la que me mostraba a Cristo humano e histórico. Soy alguien que también ha vivido períodos de sincretismo y repudio hacia quienes usan la fe para cometer atrocidades que luego quedan impunes o para mantener el status quo. Pero hoy, soy alguien que cree, alguien con la fe puesta en que el Reino lo construimos nosotros, quedarnos con los brazos cruzados a blasfemar no cambia nada.

En síntesis, me agrada bastante la propuesta musical de Mägo de Oz, admiro su crítica y su exquisita lírica, pero no pasan de ser un gran espectáculo en el que se hace todo lo posible por llamar la atención. Para asumir una postura frente a la vida, prefiero las manifestaciones más humildes y comprometidas con la vida, la justicia y la libertad, aunque no se oigan tan espectaculares ni sean tan bienvenidas en nuestra sociedad de consumo. Tengo fe, porque la soberbia del sincretismo me carcome los huesos, tengo fe, porque presencio milagros cada día que son explicados fantásticamente por el milagro de la ciencia, tengo fe, porque creo en la gente, porque de otra forma, no podría creer en mí.

Y quizás ahora haya quedado mal ante todos los bandos,
quizás se piense en el ridículo o en mi crucifixión,
por eso a veces vivo en el desierto,
donde quien me escucha soy yo

8 de septiembre de 2009

Perdidos y encontrados

El cansancio es directamente proporcional a la falta de inspiración... Y eso que los tiempos no están como para quedarse callado, hay tanto qué decir y tantos medios para hacerlo, que es fácil sentirse abrumado.

Por otro lado, el dichoso Twitter se roba, como en operación hormiga, los fragmentos que quizás compondrían una entrada relativamente decente en este blog y que se quedan como trinos efímeros... A esto de las redes sociales se le invierte mucho tiempo, apenas y puedo con Facebook, Last.fm, Scribus, EQUALA, Campus-Virtual, Yahoo Groups, Barrapunto y la blogósfera.

Y acerca de los correos electrónicos personales, escribir o contestar uno se ha convertido en una operación destinada a los fines de semana sólo para personas muy, muy especiales... Como en su momento llegó a ocurrir con la correspondencia de bolígrafo y papel.

Estamos experimentando cambios cuantitativos y cualitativos en la forma de comunicarnos, ahora cualquiera puede decir algo muy breve y banal a mucha gente con una sola emisión e, irónicamente, puede intentar decir muchas cosas muy profundas expuestas a todo el mundo sin que nadie les preste atención.

Nos vamos convirtiendo en un ejército dedicado a alimentar el ciberespacio al tiempo que nos alimentamos de él, nos perdemos en esta red infinita creada para encontrarnos, nos encontramos y nos damos cuenta de que en realidad seguimos buscándonos, porque la búsqueda es un pilar de la vida humana, de la vida en general.

Todo sea para bien... ¿O no?

31 de agosto de 2009

Infancia y galletas de la suerte

Entre ayer y hoy viví en carne propia uno de ésos fenómenos sincronísticos (dice mi amiga cara-de-oxiuro que fueron estudiados por Carl Jung) que dejan pensando.

El sábado reciente, pasaron en televisión abierta (México) la película "Nuestra Pandilla" (The Sandlot), una de mis favoritas del estilo, junto con "Cuenta conmigo" (The body). Durante toda la transmisión (a pesar de los alucinantes comerciales de "Primer Nivel") estuve recordando a mi amigo Germán, a quien conocí en segundo de primaria por haber llegado como niño nuevo a mi salón y por vivir a una cuadra de casa de mi abuela, cuando yo vivía con ella.

Él siempre rayaba en la hiperactividad, me invitaba constantemente a su casa para jugar béisbol en la cochera y romper una o dos ventanas (tal como yo temía que sucedería) antes de que su mamá le arrebatara el bate o el vecino se quedara con la pelota y fuera a acusarnos. Me invitaba al rancho de su abuelo, para lo cual había que "acampar" en su casa y desvelarse como se desvelan los niños de siete años, luego, vivir el suplicio de ser arrancados a las cuatro de la madrugada de la cama para emprender el viaje a un día lleno de aventuras, bichos, animales, pasto y lodo... ¡GENIAL!

Cada vez que veo "Nuestra Pandilla", sé muy bien que Germán fue para mí como Rodríguez para Scott, el amigo sin el cual me hubiera convertido en 100% ñoño, supongo que logré erradicar hasta un 60 ó 70% de ñoñez gracias a muchos amigos como Germán, pero él fue el primero que encontré.

Los años pasarían, llegaría la adolescencia y poco a poco nuestros caminos se irían separando, él dirigiendo su propia autodestrucción y yo tratando de construir algo que hasta ahora sigue viéndose un poco deforme, pero estable. Supe de muchos intentos suyos por "reformarse" y hasta hace poco me dio la impresión de que, ya fuera del país, está mejor y viviendo lejos de ese instinto autodestructivo.

Resulta que al siguiente día, casi por accidente, "abrí" una galleta de la suerte virtual (de ésas tonterías que uno hace en Facebook) que decía:

- "Nada se pierde para siempre. Lo que piensas que has perdido lo encontrarás en otro lugar".

A lo que se me ocurrió comentar:

- "¡Tómala! ¿Esta galleta habrá sido sólo para mí?" porque alguien por ahí (fuera de este tema) suele ser extremista en el "todo o nada".

Horas después, Germán, casi de la nada y después de mucho tiempo de incomunicación, comentó respecto a mi galleta:

- "Espero que sí sólo para ti, pues yo no quiero encontrar eso que perdí, nunca más. desolé". Para mí ha sido una forma de decir "ahora estoy bien".

Después entablamos una pequeña conversación medio nostálgica de aquella infancia que ahora se ve tan lejana... Con tantos años que han pasado, veo que al final, la galleta tenía razón: "nada se pierde para siempre", al menos no lo que es importante.

9 de agosto de 2009

Para escribir...

Julio fue un mes complicado, el inicio de agosto se pinta de gris y forma un nudo en mi pecho. En mi camino se interpone una encrucijada que a veces me invita a dar marcha atrás.

Cada vez que vivo un momento así, entiendo mejor por qué dicen que la libertad se siente al principio como estar cayendo en un profundo abismo. Me preocupa que me sucedan estas cosas a mi edad.

Podría escribir sobre el viaje a Cuba, debería hacerlo porque esos diez días me trajeron hasta este punto, me alejaron del rumbo que iba recorriendo, me cuestionaron y me mostraron lo poco que he crecido y lo solo que me siento cuando estoy conmigo mismo. Esos días también fueron de trabajo, pero en medio de una realidad tan distinta y con fines tan diferentes a los que estoy acostumbrado, que lo disfruté aunque me costara algunos kilogramos menos.

Me reencontré con gente que irradia espiritualidad y sabiduría (si, en medio de la Revolución), me enfrenté a un dilema, al mismo de siempre, me traje el compromiso de darme el tiempo y espacio para reecontrarme a mí, porque de otra forma el sueño de encontrarme con alguien más se quedará en eso, un sueño irrealizable debido a lo inconsciente que soy de mi existencia.

Podría escribir sobre economía y política, alimentar los viejos "grandes" debates que al final de cuentas olvidan los micromundos de amor, hambre, esperanza y cotidianidad que existen entre las consecuencias de decisiones tomadas por unos cuántos que gobiernan a través de dictaduras, democracias, monarquías u oligarquías.

Podría escribir sobre la familia, sobre el amor, la pareja, el futuro y la pasión; sobre la alegría y la tristeza, el compromiso y la doble moral, el escándalo y la seguridad de una vida conforme a las reglas; sobre Dios y la Revolución como si fueran antónimos o sinónimos, sobre la falacia del sincretismo o acerca de la metáfora de Isla en la que vivimos en medio de una era bautizada con la etiqueta de comunicación.

Podría escribir mucho, pero para escribir necesito de mí y no me encuentro.


Para tomarlo con un poco de humor: "Me busco pero no me encuentro" (en el blog de Sra. Pelo)
es curioso que lo leyera justo después de escribir esto, chistoso pero cierto.

18 de julio de 2009

Banda Ancha de Telcel en Ubuntu 9.04

O de cómo no llamar al soporte técnico de Telcel para obtener un resultado...

Hoy estreno mi conexión de Banda Ancha Telcel (BAT) gracias al nuevo plan para universitarios (bendita profesión la del magisterio). Es un plan bastante atractivo si se considera la relación precio beneficio. No ahondaré más en ello porque esta entrada no es un comercial del servicio.

Como esto es una de esas esporádicas entradas "geek" que no me resisto a incluir en este blog, voy al grano: Es posible conectarse a Internet mediante casi cualquier modem 3G en Ubuntu 9.04, que los de soporte técnico de Telcel no les desanimen con su ignorancia o incompetencia.

¿Cómo?

En mi caso adquirí el equipo HUAWEI E160 por ser el único que pude comprobar que era detectado por Ubuntu de todos los (pocos) modelos que ofrece Telcel en Veracruz. Me la rifé pues me pareció suficiente la detección del módem (aunque no detectara el dispositivo de almacenamiento), así que contraté el plan y me di un pequeño susto cuando, después de que fue activada la tarjeta SIM y configurado el módem mediante el asistente del Network Manager de Ubuntu, mi computadora no mostraba ningún sitio de Internet.

Paso 1 (inservible): Llamar a soporte técnico para que me contestara un operador que se limitó a indicarme que el servicio de Banda Ancha no funciona en Linux, sólo en Windows y Mac OS... Ante cualquier argumento de mi parte, la respuesta fue, robóticamente, la misma.

Paso 2: Conectarme mediante la red de mi vecino (que tomé prestada gracias a Loco y el programa aircrack-ng) para buscar una respuesta sensata de la comunidad... Y así fue, descubrí que el problema está en los servidores de nombres de dominio (DNS) que el Network Manager de Ubuntu configura automáticamente pero asigna direcciones que Telcel usaba anteriormente.

Paso 3: Corregir los DNS mediante el Network Manager:

3.1 Sobre el icono de conexión móvil dar un clic con el botón secundario (el derecho en la mayoría de los casos), elegir la opción "Editar las conexiones..."

3.2 En la pestaña "Banda Ancha Móvil" elegir el perfil "TELCEL" (suponiendo que se haya aceptado la configuración predeterminada cuando se insertó el dispositivo por primera vez). hacer clic en el botón "Editar".

3.3 En la pestaña "Ajustes de IPv4" ubicar el campo "Servidores DNS" y reemplazar los que estén con los siguientes que son los correctos: 148.233.151.8, 148.233.151.6

3.4 Hacer clic en "Aplicar", luego en "Cerrar" y por último desconectar y volver a conectar la red TELCEL desde el menú principal del Network Manager... ¡Listo!

A continuación el video (sólo se muestran los DNS correctos):



Escribí esta entrada conectado desde mi nueva BAT, bajo Ubuntu (GNU-Linux) sin tener que instalar ningún software adicional ni meterme con nigún tipo de código fuente... Fue realmente sencillo, a pesar del susto inicial. Espero le sirva a alguien.

10 de julio de 2009

Un altar para Mario Benedetti (Haiku informal)


Que se fue
y queda su esencia
a luchar contra el olvido
-
Y en su buzón
no hay más tiempo,
ha cambiado su destino
-
Miles de botellas
nos flotan en el mar
llenas de tentación
-
Ha cumplido su estrategia
recurre a él cada corazón
que ama sin saber y sin pretexto
-
Se fue a su paraíso
a vivir en plenitud
sin pedir permiso
-
Nos deja jodidos
más que radiantes
y también viceversa
-
No ha querido salvarse
ni quedarse con nosotros
solo dejar sus señales
-
Que siga su consejo
y no olvide que esperamos,
que no destruya el camino de regreso



Sin el refuerzo de costumbres como los novenarios, ofrezco este altar a los 54 días de una dolorosa pérdida, como demostrando que el olvido está lleno de memoria: En honor a Mario el de rostro sincero, el de paso vagabundo, el del llanto por el mundo, el que fue pueblo...
Se invita a que las ofrendas de este altar sean comentarios sobre poemas del Uruguayo.

8 de julio de 2009

Capitalizando el voto nulo

Una cifra: 5.39% a nivel nacional (más del doble del ejercicio máximo histórico de los inconformes) es lo que se consiguió en las elecciones de 2009 en México. Sin ninguna inversión millonaria en propaganda pagada con el dinero de los ciudadanos, la alternativa para quienes no nos vimos representados por ninguno de los candidatos propuestos por los partidos se convirtió en la "quinta fuerza electoral", por encima de partidos que sí recibieron millones que tuvimos que pagar entre todos.

Y en resumen... ¿Cómo es útil el voto nulo?

I. Es la única opción para los ciudadanos que no nos vimos representados por ninguna de las propuestas partidistas, ya sea por la desconfianza que generan los candidatos o los partidos en sí mismos, ya sea porque las iniciativas de ley que estuvieron promoviendo eran absurdas, irrelevantes, antidemocráticas, violentas o indiferentes ante necesidades apremiantes de nuestras respectivas entidades... Casi siempre, la suma de ambos factores.

II. Es útil como mensaje. Especialmente quienes votaron por el PAN, han chillado y pataleado porque algunos "desperdiciamos nuestro voto al anularlo" y con ello "permitimos" que el PRI volviera a obtener la mayoría en el Congreso. Al respecto hay que mencionar que:
  • El porcentaje nacional de votos para el PAN fue del 27.98%, el del PRI 36.68% y el de votos nulos 5.39%... Si sabemos sumar y nos vamos al supuesto de que los malditos ciudadanos inconformes no hubiéramos cometido la aberración de anular nuestro voto y lo hubiéramos "aprovechado" para sufragar a favor del PAN, el total para dicho partido habría sido de 33.37%, hubiéramos quedado igual. Sólo en Campeche, Zacatecas, Sonora y Jalisco el total de votos nulos habrían ayudado al PAN a "ganar", pero ¿quién afirma que el total de anulistas hubiera votado azul?.
  • Si nos dicen que nuestro voto nulo fue inútil como mensaje porque no propone nada o no se contabiliza, entonces tendríamos que afirmar que cada uno de los millones invertidos en imprimir las horrorosas caras de los candidatos registrados en carteles, panfletos y espectaculares del tamaño de edificios fueron inútiles porque en esos medios no se puede ver a detalle ninguna propuesta. La diferencia es que nuestro mensaje de inconformidad no costó ni la décima parte de lo que se invirtió en Marianita, Iridia Salazar o el "Nuevo PRI" y es posible conocer la agenda (propuestas) de los inconformes en medios como éste o en espacios donde el movimiento ciudadano va tomando forma y ejerciendo acciones concretas, como se explica en el sitio de Alternativa por una política ciudadana.
  • Si la otra opción hubiera sido el PAN (cof-cof) ¿cuál habría sido la diferencia? Tenemos en el caso de la Guardería ABC un ejemplo emblemático (y desafortunadamente es uno en miles): El gobierno del Estado de Sonora y municipio de Hermosillo (PRI) protegiendo a sus familiares y compadres dueños de la guardería... El gobierno federal (PAN, IMSS) sin actuar (que viene a ser casi lo mismo que proteger), 33 días sin altos funcionarios detenidos, el director del IMSS sin dar a concer las listas de dueños de guarderías subrogadas que se solicitaron desde el 5 de junio... ¿Qué se puede pensar? ¿Qué se puede esperar entonces de ambas opciones partidistas con este tipo de ejemplos y los miles que le siguen?
III. El voto nulo está ejerciendo una fuerza cualitativa que la partidocracia pretende esconder. Los partidos minimizan el efecto del voto nulo porque precisamente, a nivel mediático, no les conviene reconocer su valor: A nivel internacional, es fácil dudar de una democracia que de por sí es incapaz de alcanzar por lo menos el 51% de participación de sus ciudadanos (quorum) en procesos electorales, como para que además se le reproche a los partidos políticos su incapacidad para lograr que los ciudadanos se sientan representados por ellos. Salir con cara de espantados por el voto nulo en los medios, equivaldría para nuestros politiqueros reconocer que no son capaces de identificar las necesidades del pueblo al que dicen representar y que están haciendo las cosas tan mal como en una república bananera.

IV. El voto nulo fue sólo una opción ciudadana, no hubo coerción de por medio y eso amplifica su valor cualitativo, tanto de cara a los partidos políticos que sí ejercen coerción corporativa, como de cara a la institución electoral que no es capaz de frenar este vicio. Personalmente fui un triste testigo de cómo maestros de Oaxaca fueron "acicateados" a votar por el PRI en una reunión posterior a un curso de formación docente, el sábado 4 de julio a las 2 de la tarde; de igual forma vi taxistas (pagados a mil pesos por viaje según me comentó uno de los mismos taxistas, por el gobierno de Fidel Herrera) acarreando gente para usar a favor del PRI los puntos débiles de las casillas especiales ubicadas en la central de autobuses de Veracruz. En términos prácticos, el partido "ganador" se tendrá que mostrar más atento a las exigencias ciudadanas que no provengan de sus filas, porque ese alto porcentaje de votos nulos (tan cercano al de la rémora verde), hablan de una ciudadanía que está despertando y que se dispone a tomar las riendas de nuestra incipiente democracia.

V. El voto nulo, como movimiento social, es resultado de años de insistencia por la vía "establecida" (la partidista) sin haber obtenido avances significativos que garantizaran unos mínimos de participación ciudadana y rendición de cuentas a los funcionarios de elección popular. Quienes piensan que se trata de una moda de chavitos detrás de su computadora, que no proponen nada, están seriamente desinformados. Ejemplos: Operación DHP 001 (en la que los partidos volvieron a dejar colgados a los ciudadanos); la nueva agenda política surgida en la Primera Asamblea Nacional por el Voto Nulo, donde se incluye, entre otras cosas, exigir a los diputados que resulten elegidos legislar para que todos los partidos políticos se conviertan en sujetos obligados a presentar sus cuentas ante el IFAI... Sí aunque parezca increíble, esto aún no está contempaldo en la ley ( así que eso de la firmita ante notario pues...)

VI. Más allá del voto, su nulidad es un primer paso, un mensaje de apertura a una serie de acciones ciudadanas con las que se pretende eliminar el efecto nocivo de la partidocracia en nuestro entramado social. Ejemplo de esto, es la ya programada Segunda Asamblea Nacional por el Voto Nulo para el 18 de julio en Guadalajara, Jalisco, extraigo de la nota publicada en Milenio los 3 primeros ejes de acción de este movimiento:
  1. Democracia participativa, referéndum, plebiscito, iniciativa popular, revocación del mandato, valor jurídico del voto nulo.

  2. Reducción del financiamiento a los partidos políticos.

  3. Transparencia, rendición de cuentas, y reconocimiento de candidaturas ciudadanas.
VII. No es necesario haber anulado el voto para ser parte de este movimiento ciudadano. De hecho, es válido y hasta deseable que la gente pueda sentirse representada por los candidatos de algún partido político (seguramente hubo algunos casos de gente que votó con plena convicción y confianza en sus candidatos, sin medias tintas). Ante la posibilidad de que en futuras elecciones se vuelvan a presentar propuestas y candidatos políticos que no cubran las expectativas, se invita a todos los ciudadanos, anulistas y no anulistas, a apoyar las tres demandas mencionadas, acudiendo con sus respectivos legisladores para insistir en el cumplimiento de las mismas.

1 de julio de 2009

Democracia es mucho más que votar

A tres días de las elecciones para diputaciones federales en México, la inconformidad con las "propuestas políticas" vigentes, oficiales, registradas, no ha hecho más que crecer. ¿Cuánto tiempo más vamos a seguir repitiendo esta historia? ¿Cuántas veces más hemos de tragarnos las mismas promesas realizadas cada vez con más escándalo?

Una verdad de la que debemos convencernos: La política mexicana (y con ella los recursos públicos) está dominada por grupos cada vez más cerrados que concentran poder por alguno o más de los siguientes medios:
  • Con leyes aprobadas por ellos mismos y para su beneficio, sin importar de qué color sean sus partidos (por eso vemos tanto politiquillo saltamontes que un día es de izquierda y al otro salta a la ultraderecha y viceversa sin mayor conflicto).
  • Mediante el voto corportaivo.
  • La manipulación mediática de la información, en especial en los noticiarios donde mezclan propaganda con noticias (PRI y PAN expertísimos en este asunto, el Partido Verde aprendiendo rápido, el PRD saliendo al juego y haciéndolo muy mal, Televisa y TV Azteca, haciendo su agosto).
Para acabarla, nuestro tan llevado y traído IFE nos "educa" haciéndonos creer que el voto es el único medio que tenemos para vivir plenamente la democracia y no ha sido capaz de garantizar que los partidos emitan mensajes claros y con responsabilidad jurídica en sus campañas electorales.

Y ante una iniciativa ciudadana (voto en blanco y/o voto nulo) para hacer ver nuestro descontento hacia la clase política, salen, obviamente, personajes que no se benefician de ello a decir que es inútil, que el voto en blanco es un "cheque en blanco"... Disculpe señor Martí, aunque entienda el dolor que le causa la pérdida de su hijo a manos de la delincuencia y comparta su frustración ante la ineptitud de nuestros funcionarios públicos, no voy de acuerdo con decir que el voto en blanco sea inútil... De hecho, me parece más inútil "que los candidatos firmen sus promesas de campaña ante notario público" porque eso no implica que después se pueda sancionar su incumplimiento o que la sanción sea la adecuada, quedamos en lo mismo... Además, usted está minimizando la agenda política nacional al tema de la seguridad... Esto equivale a seguirle el juego al "Presidente del Empleo" que, como no ha conseguido más que lo contrario de lo que prometió en ese rubro, ahora nos vende una guerra contra el narcotráfico y la inseguridad que le apuesta a la violencia en lugar de a la inteligencia y la educación (¿Los candidatos del PAN han propuesto algo más además de continuar esta "guerra"?).

El voto en blanco sí es útil, aunque no esté contemplado jurídicamente, el mensaje será muy claro: si logramos elevar el porcentje de votos en blanco en, por lo menos, un punto porcentual, estaremos dejando claro el descontento ciudadano.

Ahora bien, como indica el título de esta humilde opinión, la democracia es mucho más que simplemente votar, ese mensaje debe ir acompañado de una advertencia de la ciudadanía: la cosa no se queda en el voto en blanco, así como pudimos ponernos de acuerdo para dejarles ver que ya no queremos al sobrino, hijo, nieto, yerno o compadre del político anterior (de los mismos de siempre) que nos desgració la vida, también podremos ponernos de acuerdo para que en el 2010, si no hay indicadores claros de mejora en la gestión pública, la legislación y la impartición de justicia, ese porcentaje, o uno aún mayor, nos ampararemos para no pagar predial, tenencia, reemplacamientos, verificaciones vehiculares y demás impuestos que no están funcionando y que podemos retener como protesta pacífica.

Retener los impuestos, responsablemente (sin gastarlos en otra cosa, sólo retenerlos), como protesta ciudadana, debe ser el siguiente paso para hacer oír nuestra voz a esa clase política que se ensordece cuando comienza a vivir del erario, porque tiene seguro su sueldo, sus prestaciones y sus privilegios... Sólo sabiendo que todo eso se ve amenazado por falta de recaudación, volverán a escucharnos.

Seamos honestos, este 5 de julio "ganarán" los mismos de siempre, así que, quienes nos tomamos más de un minuto para pensar en el ejercicio del voto, intentemos hacer una pequeña diferencia, dejemos este mensaje bien claro: No queremos que se repita esto de las mismas promesas que no se cumplen sin consecuencias para quienes las formulan, por eso, no estamos votando por ninguno de ellos.

Faltará un "pliego petitorio" de compromisos generales (sin tintes partidistas) que exigir a los "ganadores" de la actual contienda como: reducir a la mitad el número de diputados y senadores; eliminar la figura de legisladores "plurinominales" que no son elegidos por el pueblo [Actualización: Aprendí que los plurinominales sí son elegidos por el pueblo y suelen defender causas justas ya sea de minorías-marginadas o de mayorías desinformadas]; regular el gasto en prestaciones y privilegios para funcionarios y legisladores; dar una validez jurídica al ejercicio del voto en blanco (o como se le quiera nombrar) que sirva como medio para que el pueblo manifieste su inconformidad con los candidatos propuestos en cada contienda (en otros países un determinado porcentaje de votos en blanco se convierte en la repetición del proceso electoral con nuevos candidatos); la restauración de las candidaturas ciudadanas (¿qué pasa si el ciudadano más decente de mi entidad se quiere postular pero no quiere asociarse con ningún partido por conocer su mala talante?); sanciones severas para promesas de campaña no cumplidas por el candidato elegido; que, además de hacer publicidad, el IFE se preocupe por grantizar que todos sabemos lo que puede y no puede hacer un candidato de elección popular si resulta ganador... Entre otras ¿Se les ocurre alguna? Notar que ninguna de las exigencias tiene tinte partidista, son temas que afectan al ejercicio democrático en general.

Recordemos: voto en blanco no es dejar de ir a votar (eso es abstención y se interpreta como desidia y apatía), voto en blanco es acudir a la casilla, registrar nuestra asistencia al ejercicio de este derecho para garantizar que éste es tomado en cuenta, anular la papeleta (tacharla completa) y depositarla en la urna (más sobre el voto en blanco...)

18 de junio de 2009

Puntos suspensivos

¿A quién se le ocurrió la idea de los puntos suspensivos?

Esos signos llenos de significados y carentes de significante excepto quizás por el ruidoso silencio que evocan...

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¿Verdad?

Tan útiles como las pausas y tan desesperantes como la indecisión, los puntos suspensivos representan mucho más que tres golpes minúsculos grabados uno junto al otro... Representan lo que su autor no quiso decir, lo que los lectores desean interpretar y lo que en realidad sucederá o sucedería si...

[...] Últimamente me doy cuenta de que uso demasiados puntos suspensivos en mi comunicación cotidiana, quizás como reflejo del millar de situaciones que siguen a la espera de que les ponga punto final, o punto y seguido, o dos puntos... Pero que siguen en suspenso a fin de cuentas...

[...] A veces, después de ciertas decisiones, se extrañan tanto las cosas imposibles, los cuentos de hadas, los sueños guajiros y demás supuestos obstáculos para el desarrollo personal, que se siente uno tan incompleto como un texto que "concluye", irónicamente y sin que se pueda afirmar que sea cierto, en puntos suspensivos...

8 de junio de 2009

¿Epidemia? Epílogo

Antes de esto, deberías leer: [¿Epidemia? 1] [Epidemia 2] [Epidemia 3]
...

Acabamos de iniciar el proceso de restaurar lo que la noticia de una posible epidemia destruyó en nuestro país. Al margen de las teorías “conspiranoicas” que se gestaron alrededor de este suceso, opino que los ciudadanos “de a pie” estamos hartos de que nuestros “dirigentes” en las cúpulas políticas del país y del mundo, aprovechen cualquier oportunidad, hasta las que vienen asociadas a la muerte, para promoverse, ocultar información o exagerar las condiciones y justificar una serie de malas decisiones con un accidente de la naturaleza.

El cuento de Diana y Roberto no pretende ser una pieza literaria (sé que es muy obvio pero hay que decirlo), pretende simplemente sintetizar las consecuencias que puede traer consigo el verdadero contagio que corremos el riesgo de sufrir los ciudadanos del mundo: apatía política.

Tan sólo hablando de México, todo este asunto del virus AH1N1 sacó a relucir lo mejor y lo peor de nuestra sociedad, desde vivales vendiendo cubrebocas a diez veces su precio hasta políticos en mensajes televisivos (pagados con nuestros impuestos) donde presumen su contribución en la contingencia que evitó miles de muertes a causa del virus de influenza humana, aprovechando a ocultar las miles de muertes que ocurren a causa de la inseguridad, la desnutrición, la ineficacia de los servicios de salud pública, las pésimas condiciones de las vialidades en todas las ciudades y la famosa “batalla contra el narcotráfico”.

Es necesario que nos preguntemos como ciudadanos si no nos estamos quedando sentados ante el televisor sintiendo que con ello (y con ponernos un cubrebocas e ir a votar) ya estamos participando de la vida de nuestro país y de nuestro mundo. ¿Para cuándo y cómo exigir una evaluación de los funcionarios y representantes políticos que realmente tenga consecuencias para ellos? ¿Hasta cuándo permitiremos que nuestros “representantes” se excusen en “crisis que vienen de fuera” y en peligros de epidemias para justificar su fracaso en el cumplimiento de una promesa de campaña?

No olvidemos que las excusas no quitan el pan de la mesa, ni el derecho a la salud ni a la educación de la clase política, ellos siguen con sus privilegios aunque no hayan cumplido con su trabajo. ¿Hasta cuándo? Hasta que hagamos contingencia para la verdadera epidemia de apatía y nos deje de dar igual.

Nota al pie sobre la "epidemia":
Hice algo semejante a lo que hizo Diana, no tan exagerado, pero nunca usé un cubrebocas ni exageré mi higiene más de lo normalmente recomendable, estuve en el temido Distrito Federal, viajé en el Metro donde dos señores en dos viajes diferentes me estuvieron tosiendo en la cara, han pasado los famosos 10 a 15 días de incubación y no tengo ningún síntoma de gripe, aunque soy alérgico y me expongo a cambios bruscos de temperatura (clima tropical y aire acondicionado). No dejé de besar ni de tocar a nadie y ninguna de esas personas en contacto conmigo se ha contagiado tampoco. Conozco gente a quien le han diagnosticado el contagio y se ha recuperado como de cualquier otra gripe.

No afirmo que el virus no exista, opino que se exageró su potencial por conveniencias múltiples y que ocurrieron demasiadas cosas importantes a la sombra de la contingencia.


Tampoco critico la contingencia, era necesaria para evaluar a ciencia cierta el verdadero peligro que traía consigo el virus. Lo que viví y lo que he platicado con algunos amigos médicos, me hace pensar que el virus sería mortal para personas inmunodeficientes (diabetes, SIDA, hepatitis, desnutrición...) y bajo ciertas condiciones medioambientales, eso no se ha dicho ni se dirá hasta que sea políticamente conveniente... Eso es lo criticable.

Y ya, mejor me callo, no me vayan a venir a contagiar con algo para que deje de escribir tonterías incómodas.

¿Epidemia? 3

Antes de esto, deberías leer: [¿Epidemia? 1] [Epidemia 2]
...

Roberto colocó un ramo de flores violetas sobre una lápida que, aún después de dos años, le erizaba la piel y le exprimía lágrimas a sus ojos. Su vida había dado un vuelco violento en una edad difícil, la realidad le había aplastado contundentemente, arrollando todas las ideas que había conseguido organizar en su disciplinada mente a lo largo de sus escasos años de estudio.

Aquél mayo de 2009 dejaría marcas en la vida de muchas personas y Ro no fue la excepción. Un virus bautizado como influenza porcina en un primer momento y como influenza humana después para hacerlo más políticamente correcto, se convirtió en el villano de una historia saturada de coincidencias, conspiraciones y conveniencias.

Desde la mañana en que Ro se había quedado con las ganas de escuchar la palabra "Sí" de los labios de Diana, las cosas no volvieron a la normalidad. En un principio él se acomodó en un estado casi vacacional, aprovecharía el tiempo libre en cosas que le agradaban más que la mayoría de las clases en su escuela y buscaría la forma de encontrarse con Diana a pesar de la contingencia sanitaria.

A dos años de aquél escenario, Roberto sólo podía sentir frustración, enojo y decepción hacia todo lo que tuviera qué ver con la democracia en su país y en el mundo entero. Ya no era un adolescente soñador, se había convertido en un joven incrédulo, sin esperanza y sin razones para sentirse o actuar como ciudadano. A final de cuentas había sido ese sistema y sus corruptos actores quienes le habían arrebatado gran parte de lo que amaba y lo habían convertido una estadística fría y conveniente.

Durante el tiempo que duró la contingencia, Diana se conservó incrédula ante la dichosa epidemia. El asunto se acentuó cuando su padre perdió el trabajo – ¡Qué maldita coincidencia ¿no?! – Le decía a todos, también a Roberto quien le insistía que no dejara de cuidarse. Ella nunca se cuidó, retó a lo que para ella era una conspiración con la que pretendían distraer la atención de los motivos que les habían llevado a esa crisis financiera y económica que en ese momento dejaba a su familia sin sustento.

Diana salió de su casa, sin cubrebocas, sin guantes, sin gel para desinfectar las manos. Se burló de los comerciales “mochos” que el Partido Acción Nacional aprovechó a lanzar: “Podemos demostrarnos afecto sin tocarnos” –¡Qué ridículos! – La tarde después de la noticia que llevó su papá a casa, ella salió corriendo, caminó sin parar hasta sentarse en un parque a kilómetros de su casa, saludó de mano a las personas que pedían limosna y después de varias horas de buscar un puesto de tacos sin éxito (los cerraron las autoridades ante la contingencia), regresó a su casa y cenó unas quesadillas sin lavarse las manos.

Lo presumió en su blog, se lo contó a Roberto y él se molestó mucho ante ese acto de irresponsabilidad. Pasaron algunos días, las cosas comenzaban a regresar a la normalidad, excepto que, al regresar a la escuela, Diana no respondió a la pregunta que le hiciera Ro días antes, lo evitaba en la medida de lo posible. Un día después, Diana dejó de asistir a la escuela, él no pudo volver a comunicarse con ella, mucho menos después de que los padres de él murieran de forma colateral en un ajuste de cuentas entre narcotraficantes, tanto papá como mamá llevaban sus cubrebocas puestos.

Los meses siguientes fueron sólo dolor, confusión y resentimiento. Se enteró de que la familia de Diana había sido víctima del virus AH1N1 y que una de las personas contagiadas había muerto. No se atrevió a preguntar quién, ya tenía suficientes pérdidas que resistir y dejar esa incógnita era un recurso para permanecer vivo, aunque – ¿vivo para qué? – se preguntaba.

Roberto pudo concluir sus estudios de bachillerato e iniciar los universitarios gracias a la previsión de sus padres. Tuvo que vivir algunas carencias, pero no las padeció en realidad, la única carencia que le dolía era la de su familia. Ya no estudiaba con el mismo coraje, cambió su decisión vocacional y olvidó las Ciencias Políticas, todo eso le daba asco. Se preparaba para ser ingeniero en electrónica y planeaba vivir en automático el resto de su vida, como un ciudadano conforme más, sin hacer ruido, sin emitir opiniones (ni votos), pagando impuestos para mantener a un montón de parásitos que nunca cumplen sus promesas de servir al pueblo y protegerle... – Pero un día estallará mi paciencia – pensaba mientras apretaba los puños frente a una tumba.

Entonces alzó la vista, alguien caminaba hacia él con lágrimas en los ojos, dos años después, Diana lo había buscado y por fin le había encontrado. Se abrazaron un largo rato y, después de un silencio incómodo rieron y comenzaron a hacerse muchas preguntas. Interrumpieron las respuestas para despedirse de los padres de Roberto, caminaron varios metros y se detuvieron en silencio en la tumba de la mamá de Diana, quien murió bajo el diagnóstico de gripe AH1N1, al parecer la diabetes no le permitió recuperarse de la enfermedad. Diana se culpó durante mucho tiempo, pensaba que ella había llevado el virus a su casa (según los médicos eso era posible), tuvieron que pasar muchos meses antes de que su estado de ánimo le permitiera continuar con su vida.

– ¿Sabes qué? – Preguntó ella mientras se sentaban en un café a unas cuadras del cementerio – Vas a pensar que me volví loca, pero sigo pensando que ese virus AH1N1 no ocasionó (ni hubiera podido ocasionar) ninguna epidemia.

– La verdad sí, pienso que enloqueciste pero ¿qué más da? – cuestionó Roberto.

– Entiendo cómo te sientes, a mí también ya me da igual.

Fin
(Aunque falta el epílogo)

28 de mayo de 2009

Estupidez

No lo pude evitar, en medio de este período de exceso de trabajo (gracias "influlenza"), me hice un espacio de cinco minutos para decir que todos hemos cometido alguna estupidez en nuestras vidas, pero últimamente, me he encontrado con gente que ha hecho de su existencia un monumento a la estupidez... Y qué sin cuidado me tendría eso (es más, qué bien estaría si ellos así lo quieren) de no ser porque su estupidez se está consumiendo mi tiempo, mi energía y mi paciencia.

Si alguna persona lectora se siente aludida, no se preocupe, el nivel de estupidez al que me refiero no permitiría hacer esa conexión.

Ahora sí, ¡a seguirle!

1 de mayo de 2009

¿Epidemia? 1

Diana se sintió defraudada cuando, después de un recorrido de treinta minutos en medio de un tránsito pesado y ruidoso, le informaron a ella y a su mamá que no habría clases ni en ese bachillerato ni en ninguna otro escuela debido a una contingencia sanitaria que se activaba en respuesta a un virus que estaba cobrando víctimas en toda la ciudad. Aquél día, ella tenía planeado darle el sí a "Ro" (Roberto) y probar de una vez por todas la hipótesis, creada entre sus amigas y ella, de que él era un buen besador.

Pues nada, Diana tendría que esperar al día siguiente para probar los labios de Ro y distraerse en su casa con el Internet, porque le daba flojera estar viendo en la tele lo que ya había escuchado en el noticiario de la radio: que cuidado con la epidemia, que se proteja, que si el asunto tendrá tintes políticos, que si una conspiración, que por si las dudas hay que cubrirse las vías respiratorias, lavarse las manos, no saludar de mano, ni de beso... ¡Beso! era la única palabra que le producía una sensación diferente y era de lo único que quería saber.

Pero resultó que en el Internet tampoco se salvó de la letanía a la que tanto huía. Al iniciar su messenger vio varias notificaciones de correos nuevos con la palabra "Influenza" incluida en el asunto. Comenzó a leer algunos mensajes que el mismo Ro había reenviado a todos sus conocidos, en orden de aparición:

- ¡Cuidado con el virus de la influenza!
- Peligro de epidemia por influenza, favor de seguir recomendaciones
- La mentira de la influenza
- Complot internacional: influenza
- ¿Verdad o mentira? saque sus conclusiones acerca de la influenza

Lo que la motivó a seguir leyendo fue que cada vez encontraba más mensajes contradictorios. Algunos de los mensajes incluían enlaces a videos que despertaron el interés de Diana, recordándole debates buenísimos en la clase de la maestra Carmen, donde se hablaba de política, historia, democracia y hasta conspiraciones. El primero de esos videos fue "The shock doctrine":




Diana podría ser una adolescente enamoradiza, pero ese día, su curiosidad y sed de verdad habían sido liberadas como dos leones hambrientos... Se puso a buscar noticias en diferentes medios, así como le había enseñado su maestra Carmen, y descubrió tal cantidad de cifras y sugerencias contradictorias emitidas por parte de diferentes autoridades, que sintió miedo, no ya de la epidemia, sino de lo que hubiera detrás de ella.

Obama había visitado recientemente México y se había reunido con el presidente Calderón, se hablaba de una crisis financiera desde finales del año anterior, las grandes empresas multinacionales dejaban de ser rentables... En México se seguía insistiendo en que se tenían las medidas para soportar ese problema y se seguían poniendo los reflectores en el tema de la inseguridad por el narcotráfico... Ahora todo era diferente, los reflectores apuntaban a un extraño virus que estaba matando gente, pero nadie decía exactamente en cuáles hospitales, ni bajo qué condiciones, ni siquiera podían ponerse de acuerdo en las cifras. Aún así, las fronteras se cerraban, la actividad económica se detenía y ella no podría regresar a la escuela con Ro hasta una semana después.

Si esta epidemia era una conspiración, entonces "el chupacabras", "la mataviejitas" y "los náufragos" no eran más que distractores made in México de baja categoría, esto de la influenza porcina era de orden mundial.

22 de abril de 2009

Últimamente no vuelo en papalote

Quizás se deba al mentado estrés pos-vacacional (aunque... ¿cuáles vacaciones?) o al exceso de trámites burocráticos a los que me he expuesto en las últimas semanas; podrían ser las dieciséis (sí, 16) horas diarias de trabajo que, sin considerar la suma de los segundos que uso para cambiar de un tema a otro, de un cliente a otro, de una institución a otra, de un papel a otro, de una ventana a otra, de un jefe a otro, de un colaborador a otro, de un estudiante a otro, de un maestro a otro, de un camino a otro, de un amor a otro y de todo eso a mí mismo.

El caso es que últimamente no estoy volando en papalote, me estoy quedando en el suelo, moviendo mi existencia cada día más a rastras, con ímpetu, con entrega, pero sin sonrisas. El banco del tiempo cada día parece cobrarme más intereses, cada día parece hacerse más dueño de mí y un hombre gris enrolla mi tiempo en un papelito frágil y se lo fuma en mi cara.

Temo convertirme en uno de esos tantos seres que obsequian sonrisas de cinco pesos ($5) pero cuyo costo de producción se eleva al infinito, porque son mandadas a hacer a medida, según la persona y el objetivo... No ha sucedido aún, sigo siendo yo, pero estoy a la mitad del túnel entre lo predecible y la locura, entre esto y lo otro sin saber cuál es la respuesta, ya no correcta, sino simplemente la que busco.

Mi papalote está ahí, como aferrado con su cola a la frágil rama de un vetusto árbol enraizado hasta el centro de la Tierra... Mi papalote está esperando y desesperándose para emprender el vuelo conmigo... ¿Quién inventó aquello de hacer de la vida un papalote? Quien haya sido, no tenía idea de lo difícil que es realizar esa propuesta.
Actualización
En honor al comentario de Bessie, Radio Pelícano hace su contribución:



Canción: El papalote
Autor e intérprete: Silvio Rodríguez
Cita alusiva: "el día más importante de tu existencia fue el de tu muerte"
Ver la letra completa

4 de abril de 2009

Explicar lo que no existe: Crisis 2

[Escalas previas: Crisis 1]

En aquél planeta con destino fatídico, las eras habían transcurrido sucediéndose unas a otras, siendo unas tésis, otras antítesis y algunas síntesis, pero siempre dejando un estigma para los vencidos y poder hereditario para los vencedores.

De a poco, no era únicamente la historia una vía para justificar las tiranías: A los herederos del poder se les había ocurrido la idea de legislar, escribir las normas de convivencia y colaboración maquilladas con una extensa parafernalia que pretendía convencer a los pueblos de la bondad de las instituciones, de las buenas intenciones de la autoridad y de que ésta no era más que una extensión del poder que los mismos pueblos ejercían: Se les ocurrió la democracia como una "dictadura maquillada de poesía".

Se volvieron moda las revoluciones, los golpes de estado y la sustitución de tronos y coronas por parlamentos, congresos y ministros que decían servir a los pueblos. A la par, en medio de aquella distracción que ocasionaban las beligerantes búsquedas de libertad y respeto a los derechos humanos, se gestaban a oscuras las vías para globalizar el poder de unos cuantos, globalizar las condiciones para conseguir esclavos voluntarios (que convenientemente dejarían de llamarse esclavos y se les nombraría "recursos humanos") que desgastaran sus vidas en la búsqueda de un sueño que les costaría su salud, su familia y sus principios, en supuestas jornadas de ocho horas que terminaban siendo de veinte, por un puñado de dinero que de un día para otro perdería su valor, pero dejando en manos de los gigantes capitalistas y políticos, anónimos e intangibles o famosos e intocables, el producto de su trabajo, lo que en realidad no perdería jamás su valor.

Globalizaron entonces la posibilidad de abrir fábricas en los pueblos que ofrecieran más facilidades a cambio de miserias y cerrarlas donde la gente comenzara a ser consciente de esa esclavitud disfrazada de "oportunidades de empleo". Y siempre estaba de por medio ese invento del que se valían los poderosos para hacer cumplir sus intereses, para premiar a sus aliados con dádivas y relumbres. Pero incluso aquellos aliados, aquellas rémoras al frente de medios de comunicación, de cargos políticos, de sindicatos y de grandes de empresas, veían sus sueños caer por causa de aquello que ellos mismos defendían y nombraban como "crecimiento sostenible".

El crecimiento sostenible dejó de serlo y ni las más audaces estrategias para favorecer el consumismo podían hacer frente a la realidad: los recursos se acababan, la gente ya no podía producir más allá de las veinte horas de trabajo sin desfallecer, quienes se habían endeudado para vivir el sueño del poder no estaban pagando su deuda, las rémoras se tronaban los dedos al ver sus ambiciones en peligro y retiraban sus inversiones, cerraban sus empresas echando a la calle a millones de esclavos voluntarios que ya no podían aspirar ni siquiera a eso porque ya les habían despojado de sus tierras y de sus principios... Los herederos del poder, los exclusivos y excluyentes, inventaron un término, que además fue una estrategia, para definir esta situación: Crisis Financiera.

Y el término sirvió para mantener calmada a la gente, para dejarla a la expectativa de lo que harían "los expertos" para solucionarlo todo y en la disposición de "ayudarles" a hacerlo. Todo era culpa de "la crisis" pero ésta no terminaba de ser responsabilidad de nadie... La crisis no era más que una pausa que globalizaba una sensación de miedo y sometimiento, que serviría como pretexto para deshacerse de los estorbos y reafirmar la lealtad de los esclavos voluntarios y las rémoras que deseaban que todo volviera "a la normalidad"... Esa normalidad que mantendría todo en su lugar... Cuando las rémoras se pusieron de acuerdo entre sí, bajo el mando de los herederos del poder, pasó la crisis, todo estaba bien, al planeta se le podía seguir devastando, a la gente se la podía seguir explotando, el dinero podía seguir circulando con su inequitativo valor, los pueblos seguían pagando sus impuestos por vivir en países que parecían parques de diversiones surrealistas, la gente que conservó sus principios seguía pobre o en la cárcel pero ya todo estaba bien, iniciaba una "nueva era": Status Qúo.

Y aquella nueva era sería la última, la más corta de todas, porque aquél hermoso planeta había dejado de ser verde y se había secado dejando aguas grises y putrefactas; había despedido a la mayoría de sus especies que ya no se reproducían más y sólo dejaban una estela de muerte... Y aquella peculiar especie que había sido capaz de pensar, había sucumbido ante sus propios inventos, había abandonado su realidad y se había convertido en víctima de su sueño de ser el centro de todo aquello que ahora estaba aniquilado.

Epílogo
¿Por qué hay que explicar la crisis como algo que no existe?
La crisis financiera que tanto escuchamos y sufrimos en estos días es resultado de una serie de inventos desafortunados. Somos víctimas de algo que no existe porque simplemente es algo que unos cuantos han inventado para que todos añoremos las migajas del poder y perpetuemos ese "ciclo sin fin" en búsqueda de un sueño que no necesariamente se materializa para quien más se esfuerza o para el mejor intencionado, sino que se hace realidad para quien se atreve a escalar una cima en la que se deben aplastar las cabezas de otros.

Existe el trabajo, pero nos han inventado el dinero y el estrés.
Existe la ayuda, pero nos han inventado el usufructo.
Existe la colaboración, pero nos han inventado la explotación.
Existen los recursos naturales, pero nos han inventado el consumismo y el "libre comercio".
Existe la convivencia, pero nos han inventado las democracias esbeltas e hipócritas.
Existen los problemas y las vías para resolverlos, pero nos han inventado una crisis que es fruto de las mismas mentiras y los mismos esquemas que se pretenden perpetuar.

Escribo esto sabiéndome parte de este sistema, sabiéndome un posible esclavo voluntario y posible e iluso aspirante a rémora, porque tengo presente que nadie escapa a esas posibilidades y no pretendo erigirme en una de las escasas excepciones a la regla. Pero soy también testigo de lo absurdo de nuestro propio planeta y veo a mis padres (como los de muchos), entrando a la tercera edad, esforzándose por sobrevivir después de años de actuar de acuerdo a sus principios y de renunciar a su salud y hasta a parte de la armonía familiar en beneficio de empresas que les dieron la espalda a la primera oportunidad, les veo repitiendo el ciclo sin fin y me veo a mí, cobarde y "educado" siguiendo esos pasos a regañadientes.

El cambio se logra tomando una opción personal por lo que sí existe, renunciando de a poco a las invenciones, rompiendo ese esquema que se podría dibujar como una serpiente que muerde su cola. El cambio se siembra en el propio corazón y entre los más cercanos, se comparte y se cultiva sin juicios ni prejuicios, porque ninguno escapamos a las ataduras del sistema; el cambio se siembra y se cultiva con el esfuerzo y sacrificio de hoy, aunque quizás se coseche muchas generaciones después, aunque nos corresponda ser meros buscadores de un horizonte que parezca inalcanzable.

De Instantes fotogénicos

21 de marzo de 2009

A veces me siento

A veces me siento como en:
  • Las once de la mañana sin un sorbo de café.
  • Las tardes frías y lluviosas añorando la casa y un buen libro.
  • El décimo día lejos del hogar.
  • Una playa sin más huellas que las mías.
  • Un punto de partida donde espero más lejanías.
  • Esa escalera que me lleva a oscuras a la ausencia de todo.
  • Aquellas largas temporadas de la infancia lejos de mis padres.
  • Las noches de adolescencia, insomnes por amores frustrados.
  • El primer día de una larga espera.
  • Las despedidas que parecen para siempre.
  • Una página marcada por una lágrima.
  • Esas mañanas al despertar de un sueño que no se hará realidad.
  • El último juego infantil con quien está a punto de fugársele la infancia.
  • Los momentos de apagar la luz de una casa a la que no volveré.
  • Una espera interminable, angustiosa y adormecedora.
  • El balcón silencioso de una casa donde se celebra sin mí.
  • La fantasía de ver a alguien desde la luna sin poderle alcanzar.
Y esta vez la espera es una cura incierta, la decisión un remedio más caro que la enfermedad y la indecisión un placebo aderezado de cinismo.

Nota: Se aceptan remedios caseros.

8 de marzo de 2009

Rita en la silla plástica (6)

[ Leer antes: Cap. 1 - Cap. 2 - Cap. 3 - Cap. 4 - Cap. 5 ]

No fue el estruendo de la tormenta lo que estremeció al indeseable visitante de Rita, muchas personas más en kilómetros a la redonda despertaron asustadas, con la piel erizada ante el ensordecedor sonido que hizo vibrar los marcos de las ventanas. No fueron los oídos del ladrón que amenazaba a Rita los afectados por aquél trueno, fue lo que sus ojos vieron en los dibujos lo que le revolvieron el estómago y le extrajeron un sudor frío.

Rita seguía dibujando, indiferente ante las goteras que caían a su alrededor y sorda ante la banda sonora en que se convertía la tormenta, sólo sus pezones desnudos eran testigos del frío que sentía su cuerpo, pero no ella, porque ella estaba a años y kilómetros de distancia, en medio del mar, haciendo travesuras con su padre, el capitán del buque en el que habían fabricado un escondite exclusivo donde guardaban todos sus tesoros.

Los rumores generados entre la tripulación acerca del "tesoro del capitán" se convirtieron en verdades y en obsesión a lo largo de cinco años de ver al oficial buscando las horas más oscuras para bajar al cuarto de máquinas y entrar por una escotilla a la que sólo él tenía acceso. Según los cálculos de muchos, esa escotilla conducía a un considerable espacio dividido en pequeñas recámaras que normalmente funcionarían como las bodegas ubicadas en otras partes debajo de la nave. Lo que guardaba el capitán en ese lugar al que sólo entraban él y su hija, cuando ella le acompañaba, nadie lo sabía, pero la obsesión y ambición de algunos se materializó en un motín a bordo que ocasionó una batalla entre dos bandos de tripulantes, seguida de una tempestad que les tomó a todos desprevenidos y ocasionó el hundimiento del buque y la muerte de más de la mitad de la gente a bordo, incluido el capitán.

La madre de Rita, preocupada por el impacto que tuvo en su hija la muerte del capitán, consultaba a todo mundo esperando obtener algún remedio, o por lo menos alguna explicación a la extraña conducta de Rita, quien había dejado de hablar, se quedaba horas sentada en una silla plástica mirando hacia el infinito y cuando le acercaban una libreta para ver si se comunicaba usando la escritura, se limitaba a dibujar frenéticamente cosas de barcos y tesoros que admiraban a muchos por el dominio de la técnica de dibujo, pero que a nadie, o casi a nadie, le decían mucho más.

Hacía seis meses, el día en que Rita cumplía veinte años, que su madre no volvía a casa. Había salido con un fajo de dibujos hechos por su hija en busca de una nueva explicación. Iba pálida, pero con paso firme y mirada furiosa. Desde entonces los vecinos se habían ocupado de Rita, a su manera: algunas señoras iban y dejaban comida que ella devoraba como autómata, otras le ayudaban a bañarse y le volvían a poner el camisón que ella insistía en quitarse, durante los primeros meses montaban guardias para que ningún vecino (incluyendo a alguno de los maridos) se metiera a satisfacer sus deseos carnales con la desdichada jovencita, pero hacía ya dos meses que Rita había sido un triste, mudo e indiferente recipiente de múltiples abusos.

Lo que ahora veía el furtivo visitante en los nuevos dibujos de Rita, le parecía imposible, le inquietaba sobremanera, como si estuviera frente a un médico que le informara que le quedan dos días de vida... Sus gordos dedos (los nueve que le quedaban entre ambas manos) temblaban involuntariamente, su corazón (el poco que le quedaba) latía con rapidez y los músculos de sus piernas como troncos se tensaban hasta provocarle calambres, no pudo moverse, la historieta dibujada por Rita le estaba dejando petrificado.

Continuará...

20 de febrero de 2009

Explicar lo que no existe: Crisis 1

En una galaxia lejana, en un planeta muy peculiar lleno de agua que se vertía en ríos hacia mares profundos, turquesas y oscuros; saturado de plantas con tamaños, colores y aromas diversos; animado por especies de peludos, calvos, vertebrados, moluscos, voladores, rastreros, cuadrúpedos, bípedos, gigantes, microscópicos seres que se reproducían, se desarrollaban, morían y daban paso a nuevas generaciones evolucionadas de ellos mismos; ahí, había surgido una especie de seres con la peculiar característica de pensar y concebir el pensamiento de ser el centro de todo lo que les rodeaba, de todos los animales, las plantas, las aguas, los planetas y las galaxias.

Pobres seres que vivieron miles de años inventando nuevos mundos para conquistarlos, cuando su mundo y su universo entero era solo uno; desdichados grupos de millones de esa especie confundida que se aniquiló a sí misma arrebatándose la tierra, el agua y la comida que era para todos, por pensar que era de alguien.

Cierto es que aquella especie poseía su belleza, contaba espléndidos ejemplares que inventaron su propia música y poesía, que bailaron, rieron y descubrieron los horizontes más lejanos y las cuevas profundas de su exterior y su interior. Formidables individuos que, siendo virtuosos, conocieron horrorizados las vergonzantes carencias, miserias y bajezas de su especie y pagaron con desprecio y hasta la propia muerte la osadía de mostrárselas, como advertencia, a sus iguales.

En aquél lugar, las cosas ya estaban organizadas para satisfacer a una minoría que se aprovechaba de la suerte inicial de sus ancestros. En aquél lugar, la historia la escribían los traidores, los corruptos y los hijos de aquellos. Cierto era, que pocas veces había alguien diferente que tuviera la disposición y valentía para redactar con su propia sangre algunas crónicas a favor de los pequeños y desvalidos... Cuando esto sucedía, renacía la esperanza.

Aquella legendaria especie inventó, como nosotros, el término "progreso" para hacer referencia a la posibilidad de mejorar sus condiciones de vida... Y en el nombre de esa invención, algunos mejoraron mucho, a costa de la desgracia de sus iguales que vivían en otros hemisferios del planeta o que morían intentando cruzar una línea imaginaria que dividía el territorio de quienes tenían derecho a vivir dígnamente y quienes no, a costa también de la aniquilación de todo lo que en el planeta era bello y que, según algunos, debía morir en beneficio de lo útil.

Inventaron también algo muy semejante al dinero, una cosa que comenzó siendo de metal, luego también fue papel y después fue una esencia intangible que viajaba a la velocidad de la luz según la disposición de quienes lo "poseían" y utilizaban. Su función era representar e intercambiar alimento, tierra, agua, poder y hasta amor, por lo que, siendo algo tan "práctico", se convirtió en objeto de codicia, en algo aparentemente más necesario que el agua y el alimento, más necesario que la belleza y más importante que la salud y la vida misma.

Aquella invención tan parecida a nuestro dinero, que era motivo de guerras y traiciones, era también una herramienta con la que se dividían los territorios y, aquellos que vivían de la suerte y la tiranía de sus ancestros, sin vergüenza alguna, decidían cuáles monedas valían más y cuáles menos según sus conveniencias.

4 de febrero de 2009

Las terminales (1)

Siempre he disfrutado los viajes.

Desde pequeño he experimentado las esperas (en aquél tiempo horribles) en las terminales de ADO, en la sala de la casa de partida, en mágicas y desahuciadas terminales de ferrocarril, en monótonas salas de abordaje de los aeropuertos... Siempre hay que esperar, dejar que el tiempo pase hasta que llega el momento apropiado, rara vez decidido por mí. Aunque hay que reconocer que las esperas son diferentes según el medio de transporte, la edad, el motivo del viaje, la hora del mismo y la compañía.

Ahora mismo estoy en el aeropuerto "internacional" de Veracruz, en el sureste del país, a la espera de un ridículo vuelo que nos llevará al Distrito Federal, en el centro, para después desplazarnos "de reversa" a la ciudad de Mérida, ubicada al sureste peninsular de mi patria. El viaje es de trabajo, por lo tanto, es apresurado y estaremos más tiempo en los aeropuertos y aviones que en la reunión de trabajo.

A mi espalda hay un grupo de gente muy animada, hablan a todo volumen y dos mujeres ríen con un estrépito que resulta algunos decibelios superiores a lo que mis oídos suelen tolerar. A pesar de la potencia sonora de su conversación, no he podido (o quizás no he querido) comprender mucho de lo que dicen... Ya me he reído resignadamente como cuatro veces al tiempo que escribo esto y converso con Nays para no extrañarle tanto.

El tiempo de abordar se acerca y "la reglamentación aeronáutica bla bla bla"...

[Horas después]
El trayecto Veracruz-DF estuvo regular, el paisaje celeste hizo su parte, aunque se va notando cierta decadencia respecto a la parafernalia que acompañaba a los viajes aéreos y eso sin que se note mucho en la "mejora" de los precios. Estuvimos dos horas en el aeropuerto siempre repleto de aromas y faltas de oxígeno, donde aprovechamos a cenar. Tres horas después, en Mérida, me pregunté por qué nos tenían que tocar los últimos asientos junto al motor justo en la parte más larga del viaje... Los oídos me siguieron zumbando a la mañana siguiente.

La reunión fue provechosa, aunque también apresurada... ¿Por qué no nos dan a todos un curso sobre "slow-down"?

Al iniciar el retorno en la terminal de Mérida, mi acompañante estuvo viendo "cositas" para comprar, yo sólo miraba cómo las baratijas suelen venderse cinco veces por encima de su precio en los aeropuertos, aunque eso sí, descubrí unos escarabajos yucatecos llamados "Makech" cuyo caparazón es adornado con piedras de colores brillantes y me resultó muy curioso ver esas joyas vivientes moverse con sus delgadas patitas dentro de un recipiente... Cuando me dijeron que costaba $250 la pieza, se esfumó gran parte de mi curiosidad.



Supongo que los pobres animales se sienten como nosotros cuando subimos todos apretujados a nuestros medios de transporte colectivo, con nuestros equipajes a cuestas, además también caminan unos encima de otros, como nosotros cuando llevamos prisa por bajar del asfixiante ambiente de cualquier lata movilizadora de humanidades. Es posible sacar muchas conclusiones, seguramente más poéticas y profundas, de la leyenda que rodea a los Makech, pero el resto de esta entrada fue escrito en parte, en el aeropuerto de la Ciudad de México y el final en casa, donde estoy a punto de dormir plácidamente después de 30 horas viviendo de prisa entre terminales.

28 de enero de 2009

De todas las posibilidades

De entre tantos temas flotando en el ambiente; de todas las tentadoras argumentaciones que se pudieran comentar en torno a la vida política, económica y social; de la infinita cantidad de frases que se pueden construir en nuestro querido idioma (el español); en medio de innumerables deberes e intereses que valdría la pena convertir en textos a disposición de la curiosidad que se apersona tras cada pantalla devorada por miradas fulgurantes e insaciables... Elegí escribir este párrafo absurdo.

Disculpen las molestias.

Con dedicatorias a:
Sheila-13, quien ha tenido la osadía de mencionarme abiertamente en [las últimas] [3 entradas] [de su blog]
Sra. Pelo, quien se molesta cuando se disculpan con ella

23 de enero de 2009

No veré jugar a mi equipo en vivo

Sheila-13 me ha hecho una pregunta pública en su blog y ha puesto en marcha un mecanismo que sólo esperaba una condición como ésta para funcionar: una entrada sobre fútbol en la que explicaré por qué no veré jugar a mi equipo durante esta temporada.

Es innegable, Cruz Azul es uno de los mejores equipos de México, opino incluso que estadísticamente es el mejor, si tomamos en cuenta resultados históricos de trabajo y posiciones en la tabla durante las temporadas y dejamos de lado la estúpida y comercial forma de arruinar el esfuerzo y la esencia deportiva de los torneos con esas jaladas de liguillas y repescas, en las que equipos "con suerte" (o con suficiente dinero para comprar a los árbitros) se cuelan en la fila de los campeones, Cruz Azul es el mejor equipo.

Ahora que queda clara mi posición, va la razón por la que no veré jugar a mi equipo: Cada vez que les siguo de cerca, perdemos de forma inexplicable o sorpresiva. Recuerdo una ocasión en la que iban invictos por varios partidos, no había podido ver ninguno debido a otros compromisos y justo cuando me senté a disfrutar el que pensaba que sería una continuidad de victorias, perdimos.

Y, tal como lo comenta sheila-13, después del partido de ida en la final del torneo de invierno 2008, yo aún guardaba la esperanza de que Cruz Azul remontara de forma espectacular, pero con los antecedentes, decidí no ver el partido de vuelta, y así fue hasta que por accidente encendí la radio del coche en plena transmisión con gritos y aplausos por esa final de película que se estaba viviendo, Cruz Azul iba ganando... Ya no pude desprenderme de la emoción y seguí escuchando, me quedé anclado a pesar de la señal que representó el empate de Toluca y, en los penales, estaba cegado y orgulloso de que mi equipo nos ofreciera una final tan deliciosa... Al concluir el partido tomé la decisión.

Lamento los daños colaterales que ocasionó mi irresponsable acción.

20 de enero de 2009

Si te preguntas

cuántas estrellas hay en el firmamento,
cuánto tiempo hay entre una sonrisa y otra,
cuál será el clima que hará cada día del próximo mes,
a qué fecha y hora exactas dejarás de vivir,
quién será la próxima persona que cambiará al mundo,
qué tal olía tu aliento durante la tarde de ayer,
cuántos años nos quedan antes de matarnos por agua,
cuál será el nuevo combustible definitivo,
cuándo te empezarán a olvidar si te vas,
dónde estarás la próxima vez que llores,
cómo hacerle cosquillas a un elefante africano,
no esperes que te responda con una verdad científica,
ni siquiera esperes que finja interés en tus dudas,
encuentra tus propias respuestas y ten paciencia,
experimenta y conserva tan sólo la siguiente certeza:
poco, de ninguna manera, jamás, por nada, por nadie,
en ningún lugar, podré olvidarme de ti.

15 de enero de 2009

¿Te molesta?


¿No?

Nota: Favor de activar su sentido del humor antes de creerse cualquier afirmación.
Actualización: para entender mejor, buscar mi comentario en el destino al que lleva la primer línea de esta entrada.

11 de enero de 2009

Constantemente imagino

Que durante veinticuatro horas soy capaz de recordar todos mis pendientes y realizarlos uno a uno sin contratiempos, sin llamadas inesperadas, sin una interrupción ni distracción, imagino que concluyo todas mis tareas y por fin puedo comenzar de cero sin dejar que nada más se me vuelva a acumular: el trabajo de titulación de la maestría que parece añejarse "en barricas de roble blanco", el proyecto para hacer más productivos mis veranos, las talachitas de la oficina, la organización de innumerables papelitos "importantes" (que, por más que les erradico del escritorio, se vuelven a acumular a la velocidad de la luz), darle una refrescada a mi portátil, detallar y ajustar algunas sesiones de clases (aunque nadie más que yo note el cambio), mi plan de conquistar al mundo (por lo menos el mundo que hay en mi cabeza que ahora mismo parece tenerme conquistado a mí).

Y constantemente vuelvo a mi realidad, habiendo consumido veinticuatro minutos de mi vida en imaginar que no desperdicio ni un segundo, robándome veinticuatro segundos más para concluir que lo que imagino no sólo es imposible, sino que me encuentro caminando en una ruta que conduce al lado opuesto de ese horizonte.

También acabo de decidir tomarme veinticuatro palabras más para afirmar que no hablo de perder el tiempo, tan sólo de disfrutarlo, aunque sea con estupideces.

Y quizás le haya robado a alguien veinticuatro de sus segundos ocupados en contar que el enunciado anterior tiene en realidad veinticinco palabras... Pero quizás también le haya robado una pequeña sonrisa.