Capítulo 1
¿No te ha pasado que caminas por la calle y te clavas en un instante óptico, sonoro y aromático?
Tu mirada encuentra algo que consideras haber buscado incluso años antes de haber nacido, quizás un color, un brillo, un cuerpo, un reflejo de algún alma que responde en forma idéntica a la acción de tu retina.
Tus oídos ensordecen ante un ritmo fuera del tiempo y el espacio, una percusión que viene desde dentro y se armoniza con el ruido para convertirse en una melodía que anuncia la llegada de aquello que podría cambiar el mundo, al menos, tu mundo.
Tu olfato se agudiza y selecciona un solo aroma, que parece grabarse eternamente en tu memoria para activar, ante su presencia, el recuerdo del momento y atarte a él como la Luna lo está a la Tierra.
El instante dura cinco segundos, lo disfrutas, lo exprimes, lo vives como una aventura peligrosa y sonríes para recibir una sonrisa o alguna satisfacción en respuesta... Deseas regresar pero no te puedes detener, sigues caminando pero sientes durante varios minutos que olvidaste algo en aquel lugar, algo imporante; comienzas a confundirlo con tu agenda, tu cartera, el cheque de la quincena y te revisas para verificar que no falta nada en tu inventario personal... Descubres que lo que te falta es valentía para detenerte cada vez que vives un momento así, para volver sobre tus pasos y decir "hola", extender tu mano, acercar tus labios, preguntar, observar, probar, escuchar y, hasta entonces, decidir.