27 de diciembre de 2007

En lugar de fiesta, boheima de 8 horas

26 y 27 de diciembre fue el período para la crónica de una fiesta abortada y convertida en bohemia de 8 horas... Habíamos improvisado una fiestecilla en mi casa entre Mouché, Ñoso y éste servidor pero en el último momento algo se tambaleó y todos dijeron que mejor luego... Excepto Rudy, quien de todas formas se comprometió a acudir.

Superando todos los obstáculos (se le ponchó la llanta, se le barrieron los virlos y tuvo que llamar a asistencia vial) a las 00:00 del 27 llegó a mi casa, yo ya me encontraba reinstalado en mi posición de internauta en vacaciones. Nos preparamos unas quecas, las acompañamos con cerveza, Coca-Cola (por supuesto), una bolsa de Rufles con queso, salsa Valentina y una buena plática sobre su vida matrimoniada (como yo sigo solterito me causa mucha curiosidad).

Inmediatamente pasamos a tocar a nuestras novias (guitarras), yo como siempre con mucha menos maestría que él, pero esta vez apoyados con tecnología: mi lap conectada a la TV mostrando las canciones que se nos antojaban de "La Cuerda" en formato "guitarra fácil". Nos convertimos en Sabina, Delgadillo, Aute y casi agotamos sus respectivos repertorios renovando nuestras conciencias con toda la sabiduría musical que dichos compositores albergan.

Tenía bastante que un desvelo absoluto no me dejaba tan satisfecho, seguro que mis vecinos no piensan lo mismo, pero qué más da, son los que crían sus gallos y me dejaban sin dormir varios días antes de que me acostumbré a sus despertadores naturales.

Casi a las 9:00 regresamos al mundo real, nos despedimos celebrando el placer de no haber dejado dormir a mis vecinos... Con el hasta luego tan cargado de simplicidad y significado que sólo puede darse entre amigos de toda la vida.

Aunque faltó Joshue, sabemos que algún otro día la hazaña se repetirá... Por lo pronto, anoche ocurrió un truque interesante: fiesta por bohemia.