no se ocupen más de este trabajo
que la energía de mis neuronas
no se evapore en esas notas
Que aparezcas de repente
con una imagen o un sonido
con tus nudillos en mi puerta
y algún ángel por testigo
Y que se olvide lo prohibido
en el piso de mi mente
en la cama de mis sueños
en la red de nuestros miedos
Leonardo Pérez Borges, la noche del 10 de diciembre de 2007