16 de marzo de 2013
Réquiem por Tomy
Esas ausencias que son para siempre se
manifiestan lentamente, conforme se hace uno a la idea de la partida y
recuerda los gestos, actitudes y comentarios de quien se fue. Así me
está pasando con nuestra Tía Tomy, guardo gratas memorias de ella: sus
visitas a mi abuela significaban alegría renovada, el amor que profesaba
hacia sus hijos, nietos, yernos, nueras y sobrinos era siempre
ejemplar, su porte elegante y fresco que contrastaba amablemente con su
sencillez... Pasará un tiempo antes de la resignación, pero no habrá
años suficientes para que dejemos de pensar en ella quienes recibimos su
amor y la amamos en consecuencia. Dios bendiga a nuestra Tía Tomy y que
descanse en paz.