Desde hace casi tres años he recibido mensajes de correo electrónico donde se presenta el triste panorama de la forma en que opera la democracia en México, se exhiben las cantidades millonarias que de nuestros impuestos se pagan a quienes ocupan las cámaras legislativas y se reflexiona sobre lo infructuoso que ha sido esa "inversión" a lo largo de la historia.
Recientemente, uno de esos mensajes inició un intercambio de opiniones entre mis amigos; a continuación extraigo y comparto la mía...
Tengo presente esa campaña de Pedro Ferriz, "No a los pluris", misma que
fue seguida con buena intención por cantidad de mexicanos, pero que
pretende aprovechar el desconocimiento de muchos en torno a la función
que tiene la figura legislativa "plurinominal" en nuestra incipiente
democracia... Los argumentos de Ferriz son muy elocuentes, pero detrás
de ellos se esconden las ya conocidas inclinaciones totalitaristas y
ultraderechistas de este mercenario de la comunicación: limitar o
nulificar la representación de las minorías o sectores en condición de
marginación (mujeres, grupos étnicos, religiosos, lingüísticos, discapacitados
homosexuales) en el ámbito legislativo de nuestro país. Sobre las
ventajas y desventajas de conformar distritos plurinominales hay mucha información interesante.
Recordemos que Pedro Ferriz intentó silenciar la voz de Carmen
Aristegui y Javier Solórzano al despedirlos de su empresa Grupo Imagen
porque ellos se negaron a silenciar los crímenes del P. Marcial Maciel;
recordemos su actuación mediática en el desastre de la mina "Pasta de
Conchos", cuando defendió a capa y espada las reprobables gestiones de
empresarios y funcionarios públicos que no garantizaron la seguridad de
los trabajadores. También es Pedro Ferriz quien aplaude la posibilidad
de volver a la "reelección" como sistema de "rendición de cuentas", pero
evade cuando le hablan de "revocación".
Yo también quiero que gastemos menos en privilegios de paraíso para
los que se dicen "servidores públicos", pero no a costa de (terminar de)
vendarnos los ojos y taparnos los oídos ante lo que tienen que decir
los sectores que históricamente han sido ignorados en nuestro país.
Pensemos en los focos de luz que hay en casa. Los que usan
resistencia gastan hasta 80% más que los fluorescentes (ahorradores)
para ofrecer la misma iluminación. Bajo la lógica de Pedro Ferriz, al
darnos cuenta del tremendo gasto que estamos haciendo en focos de
resistencia, deberíamos dejar de usar focos, pasar las noches a oscuras en lugar de cambiar los focos por unos ahorradores.
Eliminar la figura del legislador plurinominal "porque nos sale muy
caro" me parece así de absurdo, cuando lo que hay que hacer es ajustar
el consumo, solicitar rendición de cuentas a quienes ocupan esos cargos
y, obviamente, votar mejor: votar por la plataforma política y no sólo por los individuos cuyas caras aparecen en la propaganda y la papeleta electoral.