Llevo 4 meses usando Ubuntu en mi Dell Inspiron 640m (captura de pantalla a la izquierda), ha sido un tiempo cuyo balance me deja muchas más satisfacciones que frustraciones, en especial porque cada frustración ha traído consigo un posterior regocijo saturado de aprendizaje, dejando un agradable sabor a libertad.
¿Cómo fue? Me enteré de la existencia de "Linux" hace 8 años, me documenté sobre el "
Software Libre" y me sentí tremendamente identificado con los valores que comparte la comunidad y que promueve la "
Free Software Foundation". Sin ser informático de formación (mi bachillerato era de humanidades y estudié Ciencias de la Educación), me aventuré a la experimentación, solicité un Suse/Linux (era la versión 7 por aquél entonces) y me gustó... Pero claro, ni mi mundo inmediato ni yo estábamos preparados para un cambio tan radical, así que seguí durante años usando cada vez más software libre con versiones para el sistema de Billy Gates (
OpenOffice.org,
Firefox, GIMP,
Dia,
VLC,
Ogg...) y probando varias distribuciones
GNU/Linux para ver cómo iban avanzando en la compatibilidad de hardware e interoperabilidad.
Cuando salió "
Vista" al mercado (el
sucesor de WinXP), observé cómo las computadoras que lo traen se arrastran como cucarachas aplastadas a pesar de contar con una buena cantidad de memoria RAM y procesadores poderosos. Más que lo anterior, las razones para decidirme al cambio se relacionan con las
políticas, cada vez más
restrictivas y
monopolistas, que son esencia de las empresas de software privativo.
Llegó
Ubuntu 7.10, el cual me aventuré a instalar en mi portátil, por primera vez, para el trabajo diario. Durante algunos meses estuve alternando entre el sistema propietario y el sistema libre, hasta que, después de configurar adecuadamente mi conexión bluetooth para usar mi K790 como control remoto y la sincronización con mi PDA, opté por Ubuntu como sistema base, ¡qué feliz decisión!
Llevo 4 meses en los que prácticamente no he usado WinXP (nunca le hubiera instalado Vista a mi máquina); Ubuntu me funciona para todo lo que normalmente hago: trabajar, revisar tareas de mis alumnos (incluso las que elaboran en el espantoso Office 2007), usar mensajería instantánea, escuchar música, ver DVD's, jugar (con emuladores de Nintendo, PlayStation, Neo-Geo)... Todo sin temor a los virus (
ni siquiera necesito un antivirus consumiendo memoria RAM), con lo confortable de una interfaz tan exquisita como la que ofrece Gnome/Compiz y con mucha (pero mucha) más rapidez en comparación con "Virus Vista" sobre el mismo hardware.
Agradezco a la comunidad de software libre que trabaja duro para quitarnos las ataduras a las
porquerías de sistemas que te venden a la fuerza algunas empresas... Y lo mejor de todo es que todos podemos formar parte de esa comunidad, incluso sin ser informáticos, basta con usar software libre, con darnos esa oportunidad de probar algo diferente y
aprender a ser independientes.