30 de enero de 2008

Julio y la obsidiana

Julio está completamente seguro de su excelente desempeño en la compañía. Después de todo, en el último año, desde que él llegó, se han elevado en un cincuenta por ciento las ventas, se han establecido acuerdos estratégicos con más de diez empresas multinacionales, sus comerciales son los más vistos y posicionados entre la audiencia, se ha renovado el mobiliario, sustituyendo los viejos archivos por una computadora central con la información digitalizada, dejando espacio en el edificio para mobiliario con un estilo minimalista, lo cual hace sentir a Julio más a sus anchas.

Le agrada cada vez que mira su reflejo en la franja de obsidiana que cubre la pared al lado del elevador, él sabe que mientras entra, la mayoría de las miradas se le dirigen rotundamente; es un personaje robusto, con cabello abundante, ondulado y entrecano, de presencia simpática que roba sonrisas a la mayoría de las empleadas del lugar. Él considera que el éxito le rodea y se siente afortunado.

Algunas veces se pregunta si todos a su alrededor lo admiran o si sólo le dan por su lado. Las caricias que ha recibido de tantas chicas lindas que han pasado por su exitosa empresa le dicen que es todo un hit, pero cuando nota que algunos compañeros le miran con una resignada repulsión, corre a la franja de obsidiana al lado del elevador y se convence a sí mismo de que es por pura envidia... Él es diferente, popular.

Justo cuando nuestro protagonista está terminando de convencerse de su éxito, escucha una voz que le impone pero, al mismo tiempo, le llena de tranquilidad: "¡Julio ven acá!". Él se apresura, entra ágilmente por la puerta de la oficina principal, llena su olfato del delicado perfume que usa la madura y bella mujer sentada tras el escritorio color chocolate, se recarga en el descansa-brazos de la silla ejecutiva y la besa con ternura. Ella protesta en medio de risas cosquilludas, le acaricia el pelo y le dice: "Julio, ni siquiera con esos cariños te salvarás de la antirrábica que te toca hoy, ya llamé a tu veterinario".

"Que no te den la razón los espejos, que te aproveche mirar lo que miras" - Joaquín Sabina

25 de enero de 2008

Reencuentros inesperados

Eran las 19:48 cuando vibró mi vetusto celular mostrando la leyenda "Oculto", en lugar del número que me pudiera indicar quién llamaba. Una voz grave de mujer me saludó, inmediatamente pregunté quién era, ya que no pude reconocerle. Después de 3 pistas sin éxito, mi interlocutora reveló su identidad: Wendy Sánchez... "Nos vamos reunir en el café Java, nos acabamos de poner de acuerdo, van a ir Rodrigo, Margarita, Emmanuel, Frijol, Elizbeth y otros de Pandillas, ojalá nos puedas acompañar", dijo.

Y sí, llegué a las 21:30 y me encontré con mis amigos de toda la adolescencia (comienza a ser duro tener recuerdos de más de una etapa de mi vida). Ahí estaban todos los indicados por Wendy, incluida ella y además Elsita y Ceci... ¡Dios mío! En algunos casos habían pasado más de 10 años sin que hubiéramos vuelto a cruzar más que un lejano y distraído saludo en alguna plaza, calle o pasillo. Lo mejor de todo fue ver todos esos rostros llenos de sonrisas renovadas, de sinceras ganas de reencontrarse en esa inesperada velada, que no concluyó en el café, sino que continuó en el departamento de Wendy, donde nuestra aventura por el pasado nos llevó incluso a la re-entonación del "Himno de Pandillas", "La Huella", "Las Piedras Rodantes", "Vive" y "Amor Primero"; canciones que nos encendían el alma en la adolescencia e iluminaron parte de la noche... Hasta llamamos a la matriarca Dulce mientras cantábamos su emblemática "What's up".

Unas cuantas chelas enlatadas, nos pusieron a tono para continuar sacando jugo a la memoria, para refrescar nuestros vocados de pasados y de presentes, que afianzaron la vigencia de nuestra amistad, en medio de miradas de complicidad, a veces sólo descifrables entre algunos cuantos, o sólo entre dos... Salieron muchos trapitos que habían estado guardados durante una década, algunos reproches caducos que sólo asomaron para sacarnos sonrisas nostálgicas y fraternas, llenas de perdones implícitos o de gratitudes relajadas.

Hoy desperté con una gran sonrisa, supongo que con la misma que tenía cuando me dormí después de una noche de reencuentros inesperados; la sonrisa sigue invadiendo mi rostro y la alegría sigue corriendo por mis venas mientras escribo esta nota que pretende ser un humilde testigo del valor de la Amistad.

A mis amigos, incluidos los que no pudieron estar, a todos aquellos que han gritado "Para formar un mundo mejor" después de un valiente "Unidos todos".

23 de enero de 2008

Llevo 4 meses volando libre


Llevo 4 meses usando Ubuntu en mi Dell Inspiron 640m (captura de pantalla a la izquierda), ha sido un tiempo cuyo balance me deja muchas más satisfacciones que frustraciones, en especial porque cada frustración ha traído consigo un posterior regocijo saturado de aprendizaje, dejando un agradable sabor a libertad.

¿Cómo fue? Me enteré de la existencia de "Linux" hace 8 años, me documenté sobre el "Software Libre" y me sentí tremendamente identificado con los valores que comparte la comunidad y que promueve la "Free Software Foundation". Sin ser informático de formación (mi bachillerato era de humanidades y estudié Ciencias de la Educación), me aventuré a la experimentación, solicité un Suse/Linux (era la versión 7 por aquél entonces) y me gustó... Pero claro, ni mi mundo inmediato ni yo estábamos preparados para un cambio tan radical, así que seguí durante años usando cada vez más software libre con versiones para el sistema de Billy Gates (OpenOffice.org, Firefox, GIMP, Dia, VLC, Ogg...) y probando varias distribuciones GNU/Linux para ver cómo iban avanzando en la compatibilidad de hardware e interoperabilidad.

Cuando salió "Vista" al mercado (el sucesor de WinXP), observé cómo las computadoras que lo traen se arrastran como cucarachas aplastadas a pesar de contar con una buena cantidad de memoria RAM y procesadores poderosos. Más que lo anterior, las razones para decidirme al cambio se relacionan con las políticas, cada vez más restrictivas y monopolistas, que son esencia de las empresas de software privativo.

Llegó Ubuntu 7.10, el cual me aventuré a instalar en mi portátil, por primera vez, para el trabajo diario. Durante algunos meses estuve alternando entre el sistema propietario y el sistema libre, hasta que, después de configurar adecuadamente mi conexión bluetooth para usar mi K790 como control remoto y la sincronización con mi PDA, opté por Ubuntu como sistema base, ¡qué feliz decisión!

Llevo 4 meses en los que prácticamente no he usado WinXP (nunca le hubiera instalado Vista a mi máquina); Ubuntu me funciona para todo lo que normalmente hago: trabajar, revisar tareas de mis alumnos (incluso las que elaboran en el espantoso Office 2007), usar mensajería instantánea, escuchar música, ver DVD's, jugar (con emuladores de Nintendo, PlayStation, Neo-Geo)... Todo sin temor a los virus (ni siquiera necesito un antivirus consumiendo memoria RAM), con lo confortable de una interfaz tan exquisita como la que ofrece Gnome/Compiz y con mucha (pero mucha) más rapidez en comparación con "Virus Vista" sobre el mismo hardware.

Agradezco a la comunidad de software libre que trabaja duro para quitarnos las ataduras a las porquerías de sistemas que te venden a la fuerza algunas empresas... Y lo mejor de todo es que todos podemos formar parte de esa comunidad, incluso sin ser informáticos, basta con usar software libre, con darnos esa oportunidad de probar algo diferente y aprender a ser independientes.

17 de enero de 2008

Imperfección

Un lunar entre los ojos,
el atrevimiento de un diente
que no está en línea con los otros
la arruga que por ser sonrisa
nos marca la piel tan lentamente

El color que sube al rostro
sin ser pedido ni deseado
las rodillas sucias del pequeño
que ha reído y ha jugado
en la tierra negra, arrodillado

Las historias indecentes
de parejas abstractas e imposibles
que se aman a escondidas
pero se entienden sin mentiras
aunque la verdad les resulte inasequible

La traición de la amistad
que a pesar de todo se perdona
como pasa con la infidelidad
después de diálogos con sorna
que se olvidan en la eternidad

No hay perfección en nuestra esencia
si la hubiera, qué monotonía
la imperfección es un remanso
que da cabida a la poesía
y también es templo de belleza

15 de enero de 2008

El profe Santibañez

La mujer con cara de oxiuro que tengo por compañera preguntó por qué me "tronaba" los dedos de esa manera y me advirtió que podría lastimarme. La tranquilicé explicando que no me estaba tronando los dedos, sólo los hacía sonar golpeteando índice, mayor y anular de la mano derecha con las cavidades que se forman entre los dedos de mi puño izquierdo... Es como aplaudir con los dedos.

Recordé en ese momento al profe Santibañez, personaje que me dio clases de física durante la secundaria y que acostumbraba hacer el mismo sonido con sus dedos llamando la atención de muchos en el grupo, o desesperando a todos si se le ocurría aplicar el procedimiento durante un examen. No fue un maestro precisamente relevante, ya que en ese entonces la física no estaba entre mis prioridades; pero en mis ratos libres me dio por perfeccionar la técnica del "dactilo-aplauso" y, poco a poco, la dominé hasta casi olvidar a quien despertara mi curiosidad al respecto.

Hoy, esa actividad que desborda simplicidad e insignificancia, me ha hecho traer al presente a un profesor de mediana estatura, con bigote y cabello castaño quebradizo, frente pronunciada, complexión delgada, piel apiñonada con algunos rastros de los que deja el tabaco, incluido el aroma, bastantes arrugas y un aire de "Cerebro" (el amigo de "Pinky")... El profe Santibañez, que no me ayudó mucho con la física, pero de quien recuerdo un reiterado afán por enseñarnos a imprimir esfuerzo para alcanzar nuestras metas (decía: "propónganse 10 y quizás obtengan un 8")... No tenía mucho éxito en esos momentos, no puedo decir mucho más de él, pero hoy que lo recuerdo, a unos años de su muerte en un accidente de tránsito, no pude evitar dedicarle, con mucho respeto y algo de nostalgia, esta entrada de mi bitácora.

12 de enero de 2008

Tantas ganas como miedos


Tengo tantas ganas como miedos de estar con ella... Es mucha la curiosidad que me provoca la posibilidad de su aroma cerquita de mí, de su voz en exclusiva para mis oídos, de sus manos que quizás, por primera vez, toquen las mías por más de 2 segundos, de su cara sonrojada...

Curiosidad por la película que servirá como pretexto para reunirnos y sentarnos juntos en la oscuridad, sentir su cabeza temblando en mi hombro, mirando hacia la pantalla, pero mirándonos en realidad: ella a mis manos, yo, con ojos furtivos, cazando sus pies recién desnudos.

Y están los miedos: el de enamorarse perdida y perdedoramente, el de entregar la confianza como prestar la vida a un desconocido, el de encontrarme indefenso en medio de mi propia existencia, observado y juzgado por quienes no entienden que la vida está llena de caminos que se bifurcan y nos enredan a todos en una maraña, sin sentido quizás, pero con un propósito que en algún tiempo infinito se puede revelar.

Tengo tantas ganas como miedos, pero soy feliz... La balanza sigue en equilibrio.

11 de enero de 2008

Insisto, nos están dejando sin noticias

Sólo fantoches disfrazados de innovación que dejan una sensación de comedia y vacío; una tranquilidad de placebo patentado con el eslogan "vamos bien"; una crítica vendida para que no se diga que no son críticos y, de paso, engrosar las arcas; comerciales pagados por los mismos de siempre, aunque parezcan más; voces amenas, plásticas, frescas, con su felicidad artificial porque no quieren ver, ni dejar que nadie vea, los defectos de nuestra condición humana nacional...

Si la Empresa lo dice, es por algo, así que sin duda es mejor hablar del calendario lunar y las cosas que a los yupis les gusta recibir en fechas especiales, que de los actos de pederastia, narcotráfico e injusticia en general efectuados por funcionarios públicos o gracias a su vista gorda... Sobre la impunidad que es privilegio entre nuestros tenaces personajes y "personajas" de la política, ya nadie quiere escuchar...

Carmen, te extraño y en ese breve espacio en el que ya no estás prefiero escuchar, antes que noticias descafeínadas, a los chicos de "Ya párate" o mis discos con música selecta.

8 de enero de 2008

Los Reyes me trajeron 525,600 minutos...

... ¡Con ella! El 7 de enero por la madrugada se cumplieron, bueno, los cumplimos.

Hace 1 año los Reyes de Oriente se atrasaron unas horas con mi regalo, ¡Pero se lucieron! Por eso este año no les pedí nada (creo que estoy en deuda con ellos), pero tengo todos los motivos para celebrar.

¿Qué hubo para el festejo? Ella fue muy creativa, expresiva, halagadora, brillante, bonita, elegante, inteligente, detallista... Yo fui variado, agradecido, sorpresivo, generoso, romántico...

Comparto imágenes con lo mejor de estos 12 meses, no por el cliché de que una imagen diga más que mil palabras, la verdad es sólo porque nos gustan mucho esas fotos y más todavía los recuerdos que ellas evocan:

[Imágenes eliminadas a favor de la paz mundial ¬¬]

5 de enero de 2008

Círculos viciosos - Tomo 1, capítulo 1


- Dice tu admirador secreto que su curiosidad está venciendo a su prudencia
- ¿Ah sí? ¡Y qué espera!
- Te he dicho que no te conviene
- Eso no lo sabremos hasta que... ¡Pues hasta que lo sepamos!
- ¿Y ése al que admiras tú en secreto?
- No funcionará
- Eso no lo sabrán hasta que lo intentes ¿no?
- No lo puedo intentar... ¡Qué vergüenza!
- Sí, supongo que sería vergonzoso
- Si me dijeras quién es...
- No te conviene
- Eso no lo sabremos hasta que... ¡Otra vez!
- Llevamos semanas así, tan fácil que sería que la gente se aventara a hacer esas travesuras en las que tanto piensa ¿por qué no te avientas?
- ¿Por qué no le das ese consejo a mi admirador?
- Porque no te conviene...

Cualquier semejanza con cualquier realidad, es mera coincidencia
Acerca de la imagen

4 de enero de 2008

Ya no tengo dónde escuchar noticias

En Veracruz hay de por sí pocas opciones radiofónicas para escuchar noticias, de entre ellas, la única que me convencía por su carácter crítico, su arrojo y su mínima subyugación a intereses particulares era W Radio (que se transmite en el 900 de am).

Ya no más, la Voz que me animaba a encender la radio todas las mañanas durante el trayecto de mi casa al trabajo ha sido silenciada en dicha estación: A Carmen Aristegui, una de las periodistas mexicanas más importantes en la actualidad no le renovaron su contrato para seguir en la conducción de "Hoy por Hoy", programa del que se despidió hoy con el siguiente argumento:

“La explicación esencial es que el modelo editorial que hemos practicado a lo largo de estos años en W Radio es incompatible con el modelo de noticiero, el modelo de dirección editorial que la propia empresa ha determinado, que ha experimentado en otros lugares y que le ha dado los resultados que la propia empresa desea precisamente para W Radio en México”

Vaya, que a Televisa y Radiópolis ya no les convenía que Aristegui siguiera ejerciendo el periodismo que le ha merecido el respeto de la mayoría de los mexicanos; ahora adoptarán un modelo editorial que no ponga en peligro los capitales de inversionistas incómodos; hoy tenemos otra Voz a la que intentan silenciar quitándole el micrófono que le permitía llegar a muchos de los que no pueden pagar para escucharla (y verla) en CNN.

Qué vergüenza vivir en un país cada vez menos informado y más "entretenido". Del "pan y circo" ya sólo nos va quedando el circo y bueno, también el "PAN"...

La noticia documentada aquí

Cambio de estafeta

El momento en que una generación comienza a hacerse cargo de lo que hacía la anterior es a veces violento, a veces imperceptible y a veces, como le ocurrió a mi familia en la recepción del 2008, agradable.


Mi mamá y mis tíos tenían cansancio acumulado ya que ha sido un año difícil cuidando a mi abuelita que está en rehabilitación. A lo anterior se añadía el hecho de que algunos de los parientes no podrían realizar el viaje a Veracruz en esta ocasión y ya nos estábamos resignando a que cada núcleo familiar pasara la cena para recibir el 2008 por su cuenta.

Ninguno de los primos estábamos muy de acuerdo con el asunto, pero fue nuestra querida Gaby, con su característico ímpetu organizador, quien nos animó a tomar las riendas de la cena de fin de año... Nos pusimos de acuerdo en 20 minutos, una semana antes del evento, durante la cual sólo hicieron falta algunas llamadas y mensajes para ajustar detalles. El 31 fue nuestro debut y el balance fue muy positivo: buena cena, buena plática, buenos chistes, piñata, bebida ¡y hasta coche nuevo! (felicidades a Salvador).



El cambio de estafeta se realizó sin muchas ceremonias, pero con buenos comentarios por parte de nuestros antecesores a quienes, por cierto, les venció el sueño (y la gripa) pocos minutos después de la cena. Mi abuelita en cambio nos aguantó toda la madrugada, y eso que ella es la que está en rehabilitación jajaja.


También hubo dos nuevas integrantes en esta familiar cena de año nuevo: Mariana y Paulina, quienes le dieron frescura al evento... Mariana, espero que no se haya asustado con nuestras loqueras y Paulina, que no se haga que está igual de loquita que nosotros jeje. Extrañamos a los parientes de Ciudad del Carmen, Querétaro y México, quizás para el 2009 podamos retomar la Gran Reunión, por lo pronto el 2008 no se libró de los Borges unidos y listos para armar las pachangas que hagan falta.


(Tengo todos los recuerdos pero no tomé fotos, ahí le encargo a los asistentes que me envíen las suyas para publicarlas).

3 de enero de 2008

Lo que pasa, lo que viene, lo que está

Pasó el 2007 y caducaron sus formatos
pasaron las catástrofes de todos los años
los culpables siempre exonerados
las noticias siempre olvidadas
y las historias repetidas de toda la vida

Pasaron 12 meses más de terrorismos
a grande y pequeña escala
de los descarados y los disfrazados
de los que son por comida y libertad
y de los que son por gula y vanidad

Casi cuatrocientos giros del orbe
con eventos de gran diversidad
con aroma a fiesta, paz y calamidad
entre dictaduras poco sinceras
algunas de hierro, otras de seda

Vienen más días con aspecto igual
meses crónicos de fórmula similar
con sus tristezas y entusiasmos
sus bajezas y hasta sus orgasmos
vienen solos, ya comienzan a llegar

Se aproximan tan similares al pasado
que se confunden con la historia
invitan a sentarse a solo ver pasar
a perderse de la vida y la aventura
conformarse para dejar de soñar

Si lo que está aquí no nos despierta
y no ofrecemos ritmo y sorpresa
al vaivén que arrulla y adormece
quizás se nos duerma el alma
seremos inmunes pero ausentes

Y lo que está es la locura pasajera
que invita al cambio radical
dejar de fumar pétalos de tiempo
el aire de otros dejar de acaparar
enloquecer es medicina para amar